“La primera vez que vi una vaca rumiando plástico fue en la India. La imagen se me quedó grabada. Luego tuve dos hijos y ellos no tenían ni idea de lo que sucedía con la contaminación con plástico y cómo afectaba a los océanos como el Atlántico en el que me crié. Tenía que hacer algo como madre y ciudadana del mundo para mostrarles que el problema estaba ahí y que afectaba a su futuro”. Así explicó ayer en Club FARO la periodista y escritora viguesa residente en Madrid Paula Gonzalo cómo surgió el proyecto de escribir su primera obra de ficción “Tex Patton y la isla de plástico” (Destino), una novela juvenil de aventuras destinada a concienciar a los preadolescentes sobre la emergencia climática.

En un acto consistente en una breve presentación por parte de la invitada, una charla con Antón Lois, responsable de Educación Medioambiental de Amigos da Terra y un coloquio con los asistentes a la sala de conferencias del Museo MARCO, Paula Gonzalo afirmó que “la literatura, como elemento fundamental para nuestro pensamiento crítico, sí puede hacer algo para frenar el cambio climático porque nos invita a dudar, a reflexionar y a movilizarnos”.

Ante la pregunta de cómo puede revertir la literatura la situación, la actual directora de periodismociudadano.com, un proyecto comprometido con el activismo, los derechos humanos y la igualdad de género, comenzó su intervención ofreciendo nueve ideas para la reflexión, empezando por la existencia del cambio climático como hecho científico indudable - los últimos siete años han sido los más cálidos registrados desde 1850- y cómo afecta a los océanos -200 millones de personas vivirán por debajo del nivel del mar a finales de este siglo-, aludiendo a que ciudades españolas como Santa Cruz de Tenerife, Barcelona o Cádiz se verán afectadas y a que importantes cantidades de microplásticos en sedimentos, aves marinas y peces afectan ya a las Rías Baixas. Valiéndose de una proyección, aportó datos como los cálculos realizados por el oceanógrafo el IEO de Vigo Jesús Gago de que en 2050 habrá más plástico que peces en el mar y acerca de las cinco islas de plástico con más de 270.000 toneladas de este material existentes en los océanos.

“Si los datos están ahí, ¿por qué no hacemos más cosas por revertirlos?”, se preguntó la que ejerció durante años de periodista en programas culturales de la Cadena Ser. “ El problema es que los humanos somos víctimas y responsables “ comentó aludiendo a estudios psicológicos, en especial uno realizado a jóvenes de 14 a 24 años que demuestra las emociones negativas que genera la emergencia climática, tales como culpa, impotencia alienación y ansiedad, en una generación “preocupada por su futuro”. “No son ninis, están concienciados y no podemos dejarlos solos en esto, ya que son parte de nuestra tribu, tenemos que amplificar su mensaje”, comentó, poniendo como ejemplo el fenómeno protagonizado por Gretta Thumber con el movimiento “Friday for future” y “echándole “un rapapolvo a los políticos”.

Haciendo especial hincapié en la importancia de la labor de los educadores, Paula Gonzalo llamó a movilizarse. “Aún estamos a tiempo pero hay que actuar ya. Yo no puedo aceptar la idea de que mis hijos no conozcan las estrellas de mar”, expresó.

Gonzalo aseguró que individualmente cada uno podemos aportar nuestra gota de agua. “Como consumidores ya hemos generado un cambio con el aceite de palma, ahora con las bolsas de plástico y empezamos a ver moda libre de poliéster y tejidos plásticos. También podemos elegir gobernante sensibles a esas cuestiones tan urgentes”, manifestó, al tiempo que se mostró partidaria del “regreso a la aldea” como modo de consumo.

Como periodista, Gonzalo juega en su novela a llevar al lector a la frontera entre la realidad y la ficción, ofreciendo hechos publicados en los medios y documentándose sobre especies abisales “Descubrí todo lo que tenemos y desconocemos y sentí un deseo irrefrenable de compartirlo.” “El océano ocupa el 75% de la superficie terrestre y solo conocemos un 5%”. Me molestan las expediciones a Marte, en lugar de invertir esos recursos en conocer nuestro planeta, cuya continuidad no esta en peligro sino la nuestra como huéspedes”, comentó.

Un superhéroe (o un niño de alta capacidad) al servicio de la emergencia climática

“Tex Patton y la isla de plástico” (Destino) , el primer libro de no ficción de la escritora y periodista viguesa Paula Gonzalo, aborda un tema de plena actualidad, el cambio climático y el calentamiento de los océanos, con el objetivo de entretener al lector y a la vez concienciarlo sobre la contaminación por plásticos que afecta al 70% de la superficie terrestre: el agua. El thriller climático está protagonizado por un adolescente de 13 años, que se presenta como un superhéroe, aunque también podría ser un niño con altas capacidades, con poderes para predecir las lluvias, entenderse con las criaturas marinas, convertirse en anfibio y controlar la misma esencia del agua, cuya misión es salvar a los océanos de su destrucción. En la novela, Paula Gonzalo tiende un puente entre la ciudad imaginaria de Noxfield y su Galicia natal, a través de la madre y el abuelo del protagonista, para sumergirnos en las profundidades marinas y ofrecer una historia de acción y aventuras dirigida a público entre 9 y 14 años. Una unidad didáctica basada en Tex Patton y dirigida al segundo ciclo de educación primaria y primero de secundaria completa la novela (se puede descarga en la web Planeta de los Libros) y pretende cumplir la máxima de Jacques Custeau: “Solo podemos proteger lo que amamos y solo podemos amar lo que conocerlos”.