Rusia sumó ayer 652 nuevos fallecimientos por COVID-19, la cifra más alta de decesos desde el estallido de la pandemia, según los datos publicados ayer por el centro operativo de lucha contra el coronavirus. El anterior máximo diario de muertos por coronavirus se registró en este país en diciembre pasado, cuando la COVID causó 635 fallecimientos.

Moscú y San Petersburgo, las dos ciudades más afectadas por la pandemia en este país, sumaron 121 y 119 fallecimientos, respectivamente, en un día.

San Petersburgo, sede de los cuartos de final de la Eurocopa entre España y Suiza, había contabilizado el lunes 110 muertos por COVID-19, nueve menos que ayer, la cifra máxima en toda la pandemia.

En Rusia fueron detectados 20.616 nuevos casos de coronavirus en un día, 6.209 de ellos en Moscú y 1.374 en San Petersburgo.

El alcalde moscovita, Serguéi Sobianin, volvió a recordar el lunes que la variante delta de coronavirus que se extiende ahora por la ciudad es “más contagiosa y más mortal”.

Las autoridades moscovitas insisten en que para frenar la pandemia es preciso llevar a cabo una “rápida vacunación masiva”, puesto que las otras medidas, como un confinamiento, son de carácter provisional.

El lunes entraron en vigor en la capital rusa nuevas medidas restrictivas que permiten el acceso a restaurantes, bares, cafeterías y eventos masivos solo a los vacunados, los que hayan pasado la enfermedad en los últimos 6 meses o los ciudadanos con un test PCR negativo.

Hastala fecha, en Rusia, con 144 millones de habitantes, se han vacunado contra el COVID 23 millones, el 16% de la población total.