El Gobierno británico se plantea retrasar al menos cuatro semanas, hasta finales de julio, la fase final de su plan de desconfinamiento, ante el incremento de contagios impulsado por la variante Delta inicialmente detectada en la India, informó ayer la BBC.

Según la cadena pública, el Ejecutivo conservador, que debe anunciar su decisión mañana, sopesa como “primera opción” posponer de la fecha prevista del 21 de junio hasta aproximadamente el 19 de julio el levantamiento total de las restricciones sociales, que hubiera conllevado la apertura de discotecas y la eliminación del límite de personas que pueden juntarse, así como posibles facilidades para los viajes.

Numerosos científicos han opinado en los últimos días que ha de retrasarse la desescalada del confinamiento impuesto el pasado enero para evitar una tercera ola de la pandemia, hasta que haya más gente vacunada.

El director de la unidad de investigación sobre protección de la salud de infecciones emergentes de la universidad de Liverpool, Tom Salomon, declaró ayer a la BBC que el país no puede permitirse tomar “una mala decisión y abrir el 21 de junio y semanas después darse cuenta de que fue incorrecta y tener que empezar de nuevo”.

El presidente de la Asociación Médica Británica (BMA), Chaand Nagpaul, señaló el viernes que el riesgo por la variante Delta no es solo que aumente el número de hospitalizaciones, sino “para la salud de mucha gente joven (aún no vacunada), que puede sufrir secuelas a largo plazo”.

Los expertos calculan que un 96% de los nuevos casos de COVID-19 en territorio británico se deben ahora a esa variante, que es un 60% más transmisible que la que hasta ahora dominaba en el país, la Alfa, registrada inicialmente en el condado inglés de Kent.

Según los últimos datos oficiales, entre el jueves y el viernes se registraron en el Reino Unido 8.125 contagios del virus, un 58,1% más que hace una semana, con 17 muertes a 28 días de haber dado positivo, un 10,9 % más.

Johnson ve “muy preocupante” la variante india

El primer ministro británico, Boris Johnson, consideró ayer “muy, muy preocupante” el avance de la variante Delta del coronavirus -inicialmente identificada en la India- y reconoció que deberá proceder con “cautela” en la última etapa del desconfinamiento en el Reino Unido. En declaraciones a Sky News desde Carbis Bay, en Cornualles (suroeste de Inglaterra), donde preside la cumbre del G7, Johnson afirmó que, para que la desescalada del confinamiento impuesto en enero sea “irreversible”, el Gobierno ha de ser precavido. “Está claro que la variante india es más transmisible y también es cierto que los casos (positivos) están aumentando, así como los niveles de hospitalización”, sostuvo el líder “tory”, que admitió que ahora es “menos optimista” que a finales de mayo sobre la situación de la pandemia.