Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La vacunación del COVID obliga a suspender clases

Directores y profesores perciben desorganización en el proceso | La Xunta afirma que se trata de casos puntuales

Padres de un colegio de Vilanova, recogiendo a sus hijos a las doce del mediodía. | // IÑAKI ABELLA

El plan de vacunación del COVID-19 del profesorado, que arrancó el miércoles, sigue trayendo de cabeza a más de un centro educativo, al que la convocatoria ha dejado sin profesorado suficiente para poder atender a los escolares. Según el presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de Centros Educativos Públicos, Francisco Lires, la junta autonómica de directores transmitió en su día a la Xunta que considerara la posibilidad de convocar a los docentes por las tardes para evitar precisamente esto. En el área sanitaria de Santiago sí se está haciendo de este modo.

Las Consellerías de Educación y de Sanidad salieron al paso ayer de las críticas recibidas. “Estamos hablando de un colectivo muy numeroso que implica una amplia organización, por lo que es comprensible que se produzca algún contratiempo, pero, en todo caso, estamos hablando de casos puntuales en momentos puntuales. Creemos que es prioritario alcanzar cuanto ante la inmunidad y para eso es necesario acelerar al máximo los ritmos de vacunación, que se van a intensificar ese fin de semana para concluir la próxima semana”, afirmaron desde Educación.

Por su parte, la directora de Saúde Pública, Carmen Durán, recordó que la Xunta prevé terminar de vacunar al profesorado menor de 55 años en la primera semana de marzo y que hasta hoy ya han sido inmunizados 15.000. Asimismo, anunció que la Xunta ha habilitado un correo electrónico y un teléfono donde se atenderán las posibles incidencias.

Entre las registradas ayer, está la que denunciaba un profesor de Caldas de Reis en su página de Facebook. Según este docente, de los 17 profesores de Infantil y Primaria de su centro, 15 fueron convocados la tarde anterior para vacunarse de 10.00 a 13.00 horas, lo que obligó al colegio a suspender ayer la jornada lectiva.

“Durante la tarde de hoy (por ayer) tres cuartas partes del profesorado fuimos convocados para ser vacunados mañana (por ayer) en tres hospitales distintos. Nos resulta imposible garantizar una atención mínimamente acertada al alumnado, por lo que nos vemos en la obligación de suspender todas las clases en la jornada de mañana (por ayer)”, anunciaba la dirección de un colegio de Vilagarcía de Arousa, mientras que los alumnos de otro centro de Vilanova de Arousa solo tuvieron clases de nueve a doce de la mañana.

Aunque los docentes entienden que esta es una situación excepcional, la percepción que tienen es de desorganización. “Están convocando de un día para otro, pero tampoco creo que tengan muchas más opciones porque la logística es muy complicada. Sin embargo, es verdad que en algunos centros han coincidido muchas personas a la vez, lo que es un problema”, explicó Manel Rives, profesor de Infantil de un centro de Vigo. En su colegio, sin embargo, el plan se está desarrollando sin mayores inconvenientes.

Rives, que recibió su primera dosis de AstraZeneca el jueves –estaba convocado a las 12.30 horas– en el hospital Álvaro Cunqueiro, tampoco tuvo que esperar demasiado tiempo hasta que fue llamado para recibir la inyección –media hora, que incluyó la explicación del proceso y los posibles efectos adversos– y tampoco presentó efectos secundarios más allá de un ligero dolor en la zona del pinchazo.

En el CEIP Chans-Bembrive de Vigo, que dirige Juan Carlos Abalde, tampoco ha habido problemas por motivo de la convocatoria para vacunarse, pero sí ha habido varios docentes que no han podido acudir a trabajar al día siguiente debido a los efectos secundarios de la vacuna. “Ahora, por el COVID es más complicado paliar las ausencias porque los grupos son burbuja y no puedes mezclar las clases si te falta un profesor. Entendemos que es un proceso complicado, pero lo que sí percibimos es que hay prisa por vacunarnos a todos y que por eso hay un poco de improvisación”, afirmó Abalde, que preside también la Asociación de Directores de Centros Públicos de Vigo.

A Alba Alonso, profesora en Mos, también le da la sensación de desorganización. “No sabemos cuándo nos va a tocar vacunarnos y llamas para preguntar y tampoco saben decirte, así que no puedes dejar preparada la clase para cuando te toque”, explicó. Según esta docente, los compañeros que ya se han vacunados –ella aún no ha sido convocada– tuvieron que esperar cerca de una hora en el hospital, lo que para ellos no es un inconveniente ya que están cerca, aunque reconoce que para otros compañeros sí puede resultar un trastorno.

La directora del IES Valladares, Eva Pérez, tachó de exagerado el tono que alcanzan algunas protestas. “A mí ahora me faltan seis u ocho profesores, y algunas clases no se pueden dar, pero es una situación puntual y la vacunación es prioritaria, Creo que hay que arrimar el hombro. Lo contrario es poner trabas a una solución”, opinó.

Compartir el artículo

stats