La llamaron Hope (‘esperanza’ en español) y cumplió las espectativas depositadas en la primera misión interplanetaria árabe. La sonda de Emiratos Árabes Unidos (EAU) a Marte, logró alcanzar con éxito la órbita del planeta rojo ayer por la tarde. El país árabe se convierte en el quinto en alcanzar Marte después de Estados Unidos, Rusia, China e India. Firma así el primer logro de una semana histórica en la exploración espacial.

La sonda emiratí tiene previsto estudiar el clima y la atmósfera del planeta rojo. “Para la gente de Emiratos Árabes Unidos, a la gente del mundo árabe e islámico, anunciamos la llegada de EAU a la órbita del planeta rojo”, anunció en vivo por televisión y por redes sociales el director de la misión, Omran Sharaf, desde la sala de operaciones del Centro Espacial Mohamed bin Rashid, en Dubái.

EAU, con apenas 9,8 millones de habitantes pero importantes reservas petroleras, se convierte así en el primer país árabe en poner una sonda en la órbita de Marte. La fase de inserción en la órbita marciana duró media hora, en la que los emiratíes contuvieron el aliento frente a sus televisores, pantallas de ordenador o móviles mientras Hope quemaba parte de su combustible para reducir su velocidad de 121.000 a 18.000 kilómetros por hora. El Gobierno emiratí había anunciado las posibilidades de éxito de la complicada maniobra de Hope de entrar en la órbita marciana tras casi siete meses de viaje, en los que recorrió algo más de 480 millones de kilómetros.

“Felicidades por Marte y por la Historia (…). Felicidades a Emiratos Árabes Unidos y a nuestros países árabes. Sois nuestro orgullo. Gracias”, dijo el príncipe heredero, Mohamed bin Zayed, a los miembros del proyecto que estaban en la sala de operaciones una vez se anunció el feliz desenlace de la maniobra. “Durante los dos próximos meses, Hope hará pruebas para comprobar el funcionamiento de sus instrumentos y sistemas”, indicó la misión espacial en un comunicado tras la operación.

Después está previsto que Hope orbite durante los próximos cuatro años alrededor de Marte, a una distancia de entre 1.000 y 49.380 kilómetros de su superficie para recopilar información sobre la atmósfera marciana, su clima y sus estaciones.

Concluye así con éxito la primera misión que tenía previsto llegar este mes a Marte, miprecediendo a la sonda china Tianwen 1, que intentará entrar en la órbita de este planeta en las próximas horas o días, y al cohete estadounidense Atlas V, que busca dejar un vehículo de exploración en la superficie marciana. La coincidencia se explica por la alineación de Marte y la Tierra, que facilita el viaje cada dos años. Según la agencia espacial emiratí, la sonda Hope alcanzó una órbita de captura alrededor de Marte a las 15.57 hora UTC, después de un viaje de siete meses y más de 493,5 millones de kilómetros tras su lanzamiento desde Tanegashima, Japón, el 19 de julio de 2020.

La sonda tuvo que poner en marcha sus seis propulsores Delta-V durante 27 minutos para reducir la velocidad de crucero de 121.000 km/h a unos 18.000 km/h y lograr la inserción orbital de Marte. La sonda mantendrá esta órbita, calibrando y probando sus instrumentos científicos, antes de pasar a su órbita científica. De esta forma, Hope proporcionará la primera imagen completa de la meteorología del planeta a lo largo de un año marciano.

Omran Sharaf, director de la misión de Emiratos Árabes en el Centro Espacial Mohammed bin Rashid afirma que “la inserción en la órbita de Marte fue la parte más crítica y peligrosa de la misión, ya que la sonda Hope estuvo expuesta a tensiones y presiones a las que nunca antes se había enfrentado. Si bien hemos pasado seis años diseñando, probando sin descanso el sistema, no hay manera de simular completamente el impacto que produce la desaceleración y la navegación necesarias para alcanzar la inserción en la órbita de Marte de forma autónoma”.

Con un retardo de comunicaciones de 11 minutos con la Tierra, la sonda Hope ha tenido que actuar con sistemas autónomos de autocorrección para alcanzar la inserción en la órbita de Marte, gestionando autónomamente y sin intervención humana cualquier circunstancia excepcional y mitigando cualquier fallo del sistema o problemas de rendimiento durante la operación.

La NASA mapea el hielo más accesible para misiones tripuladas a Marte

Un nuevo estudio de la NASA incluye un mapa completo que detalla dónde es más y menos probable encontrar hielo de agua en el subsuelo del hemisferio norte de Marte y guiar la llegada de seres humanos. Combinando 20 años de datos de “Mars Odyssey” de la NASA, “Mars Reconnaissance Orbiter” y el ahora inactivo “Mars Global Surveyor”, el documento –publicado en ‘Nature Astronomy’– es el resultado de un proyecto llamado Subsurface Water Ice Mapping, o SWIM. El esfuerzo SWIM está dirigido por el Instituto de Ciencias Planetarias en Tucson, Arizona, y administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en el sur de California. “La próxima frontera de Marte es que los exploradores humanos se adentren por debajo de la superficie y busquen signos de vida microbiana”, dijo Richard Davis, quien dirige los esfuerzos de la NASA para encontrar recursos marcianos en preparación para enviar humanos al Planeta Rojo. “Nos damos cuenta de que necesitamos hacer nuevos mapas de hielo subterráneo para mejorar nuestro conocimiento de dónde está ese hielo tanto para el descubrimiento científico como para tener recursos locales en los que los astronautas puedan confiar”, agregó en un comunicado. En un futuro cercano, la NASA planea realizar un taller para expertos multidisciplinarios para evaluar los posibles sitios de aterrizaje de humanos en Marte en base a esta investigación y otros criterios de ciencia e ingeniería. Este proyecto de mapeo también podría informar las encuestas de futuros orbitadores que la NASA espera enviar al Planeta Rojo. La mayoría de cientificos señala el área debajo de la región polar de Marte en el hemisferio norte como la que puede albergar más hielo cerca del suelo. En la Tierra, esta región es donde se encuentran Canadá y Europa; en Marte, incluye las llanuras de Arcadia Planitia y los valles llenos de glaciares en Deuteronilus Mensae.