Santutxu es un barrio obrero de Bilbao inundado de edificios altos y con una considerable densidad poblacional. Su paisaje es tan opresivo que el cineasta Koldo Serra lo utilizó en 2018 como plató de rodaje para el thriller 70 binladens. Lo que está pasando ahora en Santutxu es digno de otro guion de cine. El coronavirus se ha ensañado en el número 4 de la plaza de Haro, una mole de hormigón con 62 viviendas repartidas en 16 plantas, que para Bilbao es algo así como un rascacielos. Se trata de un único portal con dos ascensores en el que se han detectado más de 30 casos positivos de COVID. Seis vecinos han fallecido y varios están hospitalizados. ¿Qué pasa en este edificio?

Nada está claro, pero los expertos lanzan algunas ideas, como una deficiente ventilación de las zonas comunes y la contaminación de superficies. Los vecinos –la mayoría tienen más de 60 años– están acongojados. Salen de casa lo justo, vaporizan con alcohol los ascensores, procuran no tocar ni barandillas ni pomos, no se quitan la mascarilla y mantienen la puerta del portal abierta de par en par, como sus ventanas y balcones.”Estamos dando palos de ciego. No tenemos información. No sabemos si ha sido el ascensor o los conductos del aire”, se queja el presidente de la comunidad de vecinos, Carlos Alende.