Pablo Mendaña Porteiro permaneció en la Residencia Helmántica II, en Salamanca, hasta el 13 de marzo. "Mi intención, antes de conocer que se iba a decretar el estado de alarma, era quedarme en la residencia el mayor tiempo posible, pero cuando leí en las noticias que el día 14 se decretaba el estado de alarma decidí volver a Vigo, recuerda.

Al desconocer por cuánto tiempo permanecería en la urbe olívica con su familia, empaquetó "aproximadamente la mitad de la ropa que tenía en la residencia. No pensaba que el confinamiento se iba a alargar tanto". Al acabar dicho periodo, el propietario de la Residencia Helmántica II negó a Pablo y restos de compañeros poder sacar de allí sus pertenencias libremente.

Para lograrlo, les pedia firmar un papel en el que renunciarían a la devolución de la fianza. Se negaron y 80 familias presentaron una denuncia colectiva, entre ellas, la de Pablo, a la que le adeudan 1.400 euros por la fianza y el mes de junio pagado por adelantado.

"Al principio estábamos sorprendidos, porque en ningún momento pensamos que se nos denegaría la entrada para recoger nuestras pertenencias", explica el joven vigués afectado.

"Poco a poco -añade- surgió un sentimiento de impotencia y de rabia por no encontrar lógico que se diese esa situación".

En su caso, las pertenencias 'requisadas' en un inicio eran apuntes, ropa, productos de aseo. "Dejé cosas bastante importantes a nivel personal", aclara para añadir equipación deportiva entre la que figuran botas, camisetas de fútbol y su preciada bufanda del Celta.

A sus 19 años de edad, Pablo describe perfectamente esta situación de secuestro: "Es una sensación de impotencia por una parte, ya que, además de no querer devolvernos el importe correspondiente a la fianza y al mes de junio pagado por adelantado (una cantidad próxima a los 1.400?euros), ahora nos exige renunciar a esa cuantía para poder recuperar nuestras cosas".

Finalmente, tras las protestas y la denuncia, el propietario de la residencia ha optado por ceder en parte. Como primer movimiento, ha autorizado esta semana a que puedan sacar las cosas de sus cuartos. En lo que no ha cambiado de idea es en la devolución de la fianza y del mes de junio cobrado por adelantado.

La madre de Pablo, Montse Porteiro,asegura que seguirán luchando por sus derechos y su dinero. "Pedimos la devolución porque no se ha disfrutado del servicio de residencia -su hijo está en pensión completa- desde mediados de marzo", aclara.

Las familias confían en que se resuelva la situación a 415 kilómetros de Vigo antes de arrancar el curso.

Pero Montse Porteiro, además, aprovecha para lanzar un mensaje a familias que estén buscando residencia en Salamanca para el próximo curso. "La gente debe saber qué está pasando con la Residencia Helmántica II", advierte.