La sección segunda de la Audiencia Provincial de Valencia ha denegado la suspensión de la condena y la libertad condicional al anestesista Juan Maeso, al que se le impusieron 1.933 años de cárcel por el contagio de hepatitis C a 275 pacientes operados en cuatro hospitales valencianos entre los años 1988 y 1998, al entender que no existe riesgo patente para su vida por contagio de Covid-19 en el centro penitenciario.

Maeso, a través de sus abogados del despacho Castillo Castrillón, remitió un escrito al tribunal pidiendo su excarcelación atendiendo a su edad, 78 años, a las enfermedades que padece y al riesgo añadido en la actualidad con la Covid-19. Lleva en prisión 13 años, con permisos puntuales, y se fijó su salida para 2027.

Sin embargo, la Audiencia se lo ha denegado, según consta en un auto, notificado el viernes a las partes, sobre el que ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV).

La Sala fundamenta su decisión en el informe médico remitido por el centro penitenciario en el que se encuentra el anestesista, que refleja que no se ha registrado hasta la fecha ningún contagio por coronavirus entre los presos, aunque sí entre funcionarios de Vigilancia.

Por ello, estima que no hay "peligro patente" para la vida del interno y que no se dan, por tanto, los requisitos que exige el artículo 91.3 del Código Penal para otorgar la suspensión de la condena.

Maeso ya solicitó antes de la declaración de la pandemia su excarcelación por razones de salud, pero un juzgado de Vigilancia Penitenciaria la rechazó. Esa negativa fue confirmada posteriormente en apelación, el 31 de enero, por la propia Audiencia de Valencia, que dictaminó que no existía un riesgo patente para la vida del recluso.

La única circunstancia que ha cambiado desde entonces es la declaración de la pandemia por Covid-19, que constituye, a juicio del tribunal, "una incidencia circunstancial de carácter temporal".