Después de muchas semanas con la atención puesta exclusivamente en la temida curva de contagios del Covid-19, la capacidad de las administraciones para detectar a los enfermos y el cumplimiento de las duras medidas de confinamiento, en España empieza a hablarse ya de ese día después. De los muchos días después, realmente, porque el Gobierno avisa insistentemente que la vuelta a la normalidad será lenta, por fases e, incluso, diferente entre territorios. La economía sigue a medio camino entre una cierta normalidad de los sectores esenciales -que representan más de la mitad del Producto Interior Bruto- y la tímida vuelta tras la alargada Semana Santa en el resto, pendientes de cuándo se podrán relajar las limitaciones a la movilidad y, todavía más difícil, reabrir el comercio. "La Zona Franca ahora más que nunca tiene que estar con la economía y con el empleo, no vamos a escatimar esfuerzos ni recursos para conseguir que la salida de la crisis no deje a nadie tirado en el área de Vigo", asegura el delegado del Consorcio, que acaba de encargar a la consultora KPMG un estudio sobre la situación del tejido productivo y las medidas a tomar "desde la propia Zona Franca o en el marco del Estado" en un plan de acción para la recuperación económica.
El primer paso será analizar "la situación socioeconómica actual" de Vigo y su área de influencia "en relación a los impactos de la crisis" provocada por el coronavirus. Los técnicos, según consta en la hoja de ruta, recopilarán los estudios e informes existentes ya en los principales sectores "a nivel local, autonómico, nacional e internacional", teniendo en cuenta el papel de cada actividad en la economía viguesa y los concellos de su entorno, y también las "medidas y acciones" puestas en marcha por el global de las administraciones -desde la local a la europea- para impulsar la reactivación.
Para conocer "de primera mano" la visión y las necesidades de las empresas ante la delicada situación que atraviesan por el parón económico derivado de la emergencia sanitaria, el plan contempla una encuesta online con ellas, a partir del directorio de compañías disponible en la propia Zona Franca. La recogida de información se completará con entrevistas con "agentes clave" y "expertos de los sectores más representativos y generadores de empleo", incluidas "empresas, asociaciones y otras entidades" claves en la identificación de "barreras para la recuperación" y "propuestas para soluciones". Los expertos de KPMG consideran fundamental radiografiar "los retos y las nuevas oportunidades" que pueden nacer de esta crisis, como "nuevos hábitos o canales de consumo" y "nuevas formas de trabajo".
A la hora de fijar los planes de acción, las propuestas se distribuirán por temática y recogerán qué medidas son aconsejables y a quién le correspondería desarrollarlas. En aquellos casos en que las ideas planteadas por empresas y agentes no tengan encaje jurídico, los técnicos sugerirán los cambios necesarios para que sí lo sean, acompañadas de la "debida justificación" en relación a los objetivos que se quieren conseguir. El plan prevé indicadores para medir la probabilidad de que se cumplan y un estudio en detalle de las posibles acciones de Zona Franca a través de sus diferentes brazos inversores -capital riesgo, aceleradora, promoción inmobiliaria o recinto franco-; su viabilidad económica, financiera y social; y el retorno económico para el organismo y el área de Vigo. KMPG tendrá en cuenta posibles ayudas comunitarias y otro tipo de financiación pública y apuesta por "contrastar y priorizar" las medidas con encuentros con el tejido productivo.
