Las medidas para evitar la propagación del coronavirus han llegado a las iglesias de Galicia. Los obispos de la conferencia eclesiástica de Santiago de Compostela han comunicado una serie de recomendaciones para impedir que el Covid-19 se extienda entre los religiosos y feligreses gallegos. Siguiendo la línea del Sergas y de la Conferencia Episcopal Española, desde Santiago indican unas pautas para los actos litúrgicos de la comunidad, extremando las medidas de higiene en acciones de besamanos a imágenes religiosas u otras manifestaciones externas de piedad popular.

Los eclesiásticos santiagueses condensan sus consejos en cuatro puntos:

  1. Es conveniente retirar el agua bendita de las pilas que hay en las entradas de los templos y en otros lugares de devoción.
  2. Mantener la indicación de evitar dar la mano y otras formas de contacto físico en el rito de la paz; y recordar que, según lo previsto en las normas, es posible también prescindir de este rito en estas circunstancias, e invitar directamente a la preparación para la comunión.
  3. Que los sacerdotes y los ministros extraordinarios que distribuyen la comunión durante la eucaristía, se laven las manos antes y después de este momento. Se aconseja a los sacerdotes que para ello tengan un líquido desinfectante en las sacristías y lo usen antes de celebrar los actos de culto.
  4. Que las muestras de devoción y afecto hacia las imágenes, tan propias de este tiempo de Cuaresma y en la próxima Semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación de cabeza. Es necesario evitar todo tipo de contacto físico con cruces, medallas o escapularios que ya hayan sido besadas por otros fieles, facilitando, además, una mayor rapidez que evite aglomeraciones innecesarias.

Esta serie de medidas coinciden en el tiempo con la noticia de la quinta y la sexta infección por coronavirus en la comunidad. Una de ellas se encuentra en el área de Vigo, es un familiar de las tres personas ya infectadas -dos de ellos, la madre y el menor, ya han salido del Álvaro Cunqueiro y ahora se mantienen en atención domiciliaria-. El otro es un hombre de 81 años que presentaba patologías previas y que se encuentra ingresado en la UCI del Hospital de A Coruña, aunque se desconoce el origen de su contagio