¿Puede ser aceptable un hecho tan deleznable como un secuestro? ¿Puede ser peor la alternativa? Estas son dos preguntas que plantea la novela y que el lector deberá responder. "Es interesante que el lector pase tiempo recorriendo una novela en la que está ocurriendo algo espeluznante. Ese lugar, al conocer todas las relaciones que se están dando, se convierte en un lugar que estás habitando y que te está poniendo en una posición moral discutible. Ese lugar del lector incómodo es un poco el juego de la novela", aseguró el autor de "Todo esto existe".

Íñigo Redondo hace casi tocar lo que sucede dentro de la casa, en la intimidad, con lo que acontece fuera en más de una ocasión a lo largo de la novela y es que ninguno de los dos mundos son ajenos el uno del otro. "Si desde fuera te llega una visión recortada de lo que sucede al otro lado de una ventana, lo mismo sucede si miras al exterior desde la ventana. Lo que ocurre fuera afecta a lo que sucede dentro y al revés", comentó. Y esa visión sesgada es la que los personajes tienen también del mundo que les rodea en una Ucrania comunista donde la información está controlada por el aparato de poder.

El invitado de Club FARO también explicó el proceso de escritura de esta novela, de fue construyendo a partir de su final. "Tenía unas intuiciones del final y escribir la novela no fue solo escribir qué condiciones podrían conducir a ese final, sino que esas intuiciones me forzaron a escribirla para entenderlas. Tenía la necesidad de escribirla", explicó Redondo, autor también de un poemario, "Horas"; un libro de relatos, "Vías de contagio", y una obra de teatro, "Nosotros, vosotros, ellos", primer premio de textos teatrales del 101 aniversario del Teatro Reina Victoria.