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Silvia Congost - Psicóloga

"No tener pareja no es estar solo, lo importante son los vínculos sociales"

"Nos obsesionamos y hacemos auténticas locuras cuando nos dejan, es un miedo biológico"

"No tener pareja no es estar solo, ni un fracaso. Podemos ser igualmente felices, pero cometemos el error de relacionar no tener pareja con estar solo". La psicóloga Silvia Congost, invitó ayer a perder el miedo a la soledad en la presentación de su libro "A Solas" en el Club FARO. Congost fue presentada por Isabel Goberna, coach, terapeuta y directora del espacio Gimnasia Emocional.

Saber estar solo es importante, un signo de madurez y autonomía porque, según la psicóloga, permite dialogar con nuestros miedos, conocernos y conectar conscientemente con la vida. "Necesitamos relacionarnos con otros seres humanos, sentir que nuestra vida tiene sentido. Lo que no necesitamos, para estar bien, es una pareja. Como seres sociales si es una relación que nos aporta, que nos suma, pues estupendo; pero sino la tenemos porque no surge o porque no queremos, no pasa nada, podemos ser igualmente felices, pero cometemos el error de relacionar no tener pareja con quedarme solo". La experta en autoestima y ruptura de parejas resaltó que lo que nos va a salvar, en cambio, son los vínculos sociales. La conexión con otras personas que hayan pasado por la misma situación.

El miedo a la soledad, asegura, tiene también un origen biológico en el cerebro, como protección del hombre de las cavernas: "Si se le expulsaba de la tribu corría peligro de muerte, bien porque le devorara algún animal, o porque lo atacaran desde otras tribus". Ese miedo biológico, asevera Silvia Congost, es el que sale cuando una pareja nos deja de amar y quiere dejar la relación: "Nos obsesionamos, perdemos la dignidad y somos capaces de hacer auténticas locuras para impedir que esa persona nos deje. ¡Cuando lo que nos está diciendo es que no nos ama, que no quiere estar a nuestro lado!"

Pero frente al miedo biológico a la soledad, también advierte de que todos tenemos la capacidad de salir de ahí: "De hecho cuando la otra persona nos deja, en realidad deberíamos estar contentos, celebrarlo. ¿Para qué queremos estar al lado de alguien que ya no quiere estar con nosotros? Creo que es peor y mucho más doloroso que no nos quiera, que no nos ame y que no nos lo diga y siga ahí como si nada".

Tampoco es bueno aislarse, ni caer en el victimismo. "Aislarnos no es bueno cuando nos deja una pareja o fallece un ser querido. Pasamos fases en el duelo en el que necesitamos llorar, patalear... pero después aunque no nos apetezca es importante que salgamos, aunque no nos apetezca", explicó. E incidió en que es importante porque lo que nos va a salvar la vida son los vínculos sociales. Al respecto, destacó que es diferente estar solo y sentirse solo.

"Estar solo es estar con uno mismo, y eso es sano, bueno y necesario. Todos debemos ser capaces de crear momentos para poner un poco de luz en nuestro interior y hacernos preguntas. Y podemos aprender y crecer; de alguna manera dejarle espacio a la vida para que le muestre lo que tenga que ver", explicó. Muy diferente, apostilló, es sentirse solo. Eso sí nos hace sufrir. "Hay dos necesidades que para los seres humanos son básicas, desde mi punto de vista son las más importantes: la necesidad de amor y la necesidad de conexión. Son incluso más importantes que otras que se consideran más básicas para nuestra supervivencia.

La necesidad de amor, en opinión de la psicóloga, "se cubre cuando sientes que hay alguien para quien eres importante, alguien que piensa en ti y la de conexión cuando sientes que hay otra persona que te entiende, que ha pasado lo mismo que tú. Cuando sentimos que no hay nadie que piense en mi o que no tengo conexión con nadie, ¿qué sentido tiene todo? ¿Para qué me levanto? ; todo carece de importancia".

La terapeuta emocional aboga por abrir círculos si no conoces a nadie que haya sufrido o vivido lo mismo que tú. "Hay que abrirse a otras personas". Para Congost, lo más importante para poder cubrir la necesidad de amor y de conexión es la vulnerabilidad: "Mostrarnos vulnerables no es ser débiles, sino valientes y permite crear conexiones. Con las redes sociales tenemos una idea de mostrar una imagen de perfección, que todo nos va fantástico y somos felices, pero ahí no se crea conexión".

Cuando te dejan no hay que luchar, cuando no funciona hay que aceptarlo y si la otra persona no te quiere hay que asumirlo más que arrastrarse. Evidentemente luego debemos enfrentarnos a un proceso de duelo, que nunca es agradable , que siempre es doloroso, porque primero hay una fase en la que no lo queremos enfrentar.

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