Los relojes volverán en la madrugada del domingo a retrasarse en España (a las 3.00 volverán a marcar las 2.00 horas) para recuperar el horario de invierno. Lo hacen, además, sin que exista ninguna evidencia o informe actualizado que avale que estos cambios suponen de verdad un ahorro energético. Los cambios dividen a la sociedad, que mayoritariamente prefiere el horario de verano, a los gobiernos europeos -la Comisión ha retrasado hasta 2021 la posible anulación de los cambios horarios ante la falta de consenso- y a los científicos que han analizado las ventajas e inconvenientes de cada horario y el impacto sobre la salud, la economía y los hábitos de vida de los ciudadanos.

Amaneciendo una hora antes el cuerpo está en mejores condiciones para ir al trabajo a primera hora de la mañana, según Dolores Corella, catedrática de Salud Pública, quien ha explicado que la luminosidad inhibe la secreción de la melatonina, la hormona que estimula el sueño. Algunos investigadores han advertido de que optar por uno u otro horario de forma definitiva "no es nada trivial" e incidin en la importancia para España de mantener el mismo que los principales socios económicos -como Francia o Alemania-.

Haz click para ampliar el gráfico