La alerta por tormentas y fuertes lluvias de ayer en la provincia de Ourense -361 rayos desde la medianoche hasta las 18 horas, todos los registrados en Galicia-, dejó un reguero de incidencias, desbordó cauces, causó desprendimientos y salidas de vía e inundó y dañó casas en municipios como Verín, O Barco y Monterrei. Puso a prueba a los vecinos y la capacidad de los servicios de emergencia, que trabajaron a destajo. Hubo personas -adultos y menores- que tuvieron que ser llevadas literalmente en brazos por la Guardia Civil, efectivos de emergencias u otros vecinos. Los agentes se afanaron también en auxiliar a animales domésticos. En Infesta (Monterrei), se vivieron momentos de pánico por temor a que un hombre pudiera estar bajo los escombros, pero finalmente fue auxiliado en su casa y se encontraba en buen estado. En Albarellos y en Vilaza, el agua, como un mar con márgenes en las callejuelas, inundó el pueblo. Se desbordaron ríos como el Rubín. La Guardia Civil (de los grupos SIR, Seguridad Ciudadana y Caballería), así como bomberos y voluntarios de Protección Civil hicieron varios rescates en viviendas. En Guimarei se derrumbó una casa, afortunadamente sin víctimas.

Además, el granizo dañó viñedos de la bodega Crego y Monaguillo, también en Monterrei, y causó diversas incidencias en zonas como A Gudiña, Cualedro, Laza o Valdeorras. En la N-536, a la altura de la localidad de Coedo, en O Barco, se produjo un desprendimiento y fue necesario cortar un carril. Los servicios de emergencias no pararon. Por ejemplo, en las zonas de Cualedro y Verín, de las más afectadas, fueron movilizados el 061, la Guardia Civil, los bomberos de A Limia o el GES de Laza. También se produjeron algunos cortes de luz y, vista la fuerza de la tormenta y sus estragos, es previsible que más cultivos que la viña de Crego y Monaguillo hayan sido dañados.

La tromba, con acumulaciones de hasta 62 litros por metro cuadrado en Laza, 37 en Verín o 30 en A Veiga según Meteogalicia, ocasionó múltiples incidencias en el sur y el este de la provincia, como por ejemplo en Cualedro, Monterrei -viviendas anegadas en Infesta y Albarellos- u O Bolo (una salida de vía registrada en Lentellais por causa del granizo).

El verano asoma

Mientras suceden estas situaciones puntuales cuando el verano se resiste a entrar de forma permanente en Galicia, la semana transcurrirá con cielos despejados que se mantendrán hasta el viernes de acuerdo a MeteoGalicia. A los cielos abiertos se unen unas temperaturas cálidas pero que no sobrepasarán los 30º, siendo el miércoles el día con la más alta temperatura con veintiocho grados. De esta forma, la región entrará en la normalidad. A partir del viernes se producirá la llegada progresiva de nubes altas de aire frío que aumentarán de manera considerable la probabilidad de chubascos en Vigo y Ourense.