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Cuando la red te atrapa con una estafa

Instagram y otras redes sociales albergan anuncios de artículos que nunca llegan al comprador - Los estafadores ofertan precios irresistibles con plazos de entrega largos

Bruno Glätsch

La viguesa María M. compró hace más de un mes una impresora especial para móviles que había visto anunciada en Instagram. Se ofertaba por 19,90 euros, cuando su precio normal -siempre según el anuncio, claro- era de 79,90-. Y con envío gratis. Una oferta muy tentadora, y de un artículo de una marca de prestigio, Polaroid. El único inconveniente, el plazo de entrega, cercano a un mes. Nada raro ni insalvable. La impresora nunca llegó.

El caso de María es idéntico al de decenas de personas que compraron ese mismo artículo. La OCU tiene registradas en su página web varias reclamaciones relacionadas con la "Lumen Polaroid". "Quiero de vuelta mis 20 euros por un producto que pagué desde el 19 de mayo y jamás me llegó", reza una de ellas, escrita el pasado viernes.

Puede que veinte euros no sean una fortuna, pero hablamos de miles de afectados en todo el mundo por este y otros artículos. El importe no suele ser muy alto para que a muchos consumidores ni siquiera les merezca la pena personarse en la Policía para denunciar.

En cuanto al largo plazo de entrega, parece diseñado para que no pueda haber denuncias: se establecen tres semanas o más, algo a lo que los compradores están acostumbrados, ya que es habitual en el gigante chino de las compras AliExpress. El problema es que los pedidos no llegan al comprador, y cuando éste se da cuenta del fraude ya es tarde para denunciar. "A mí me han dicho en comisaría que solo hay un mes para poder reclamarlo. En mi caso se ha pasado el plazo", advierte en Instagram una de las usuarias estafadas por la tienda online fraudulenta, que nada tiene que ver con la compañía estadounidense Polaroid.

María M. comunicó el fraude en su sucursal de Abanca, donde se comprometieron a devolverle el importe de la compra, ya que nunca recibió el artículo. Además, había utilizado una tarjeta virtual, recomendada por los expertos para comprar en internet porque impide que los delincuentes vacíen la tarjeta de crédito tras robar los datos.

Otros usuarios de Instagram no han tenido tanta suerte y se han quejado de que la red social centrada en la fotografía, que fue adquirida por Facebook en 2012, nunca da la cara en este tipo de reclamaciones. Instagram es consciente del problema, y en diciembre pasado emitió una serie de recomendaciones para evitar caer en estos timos. Entre las opciones que ofrece para denunciar anuncios incluye "es engañoso o un fraude".

En estas pequeñas ventas resulta difícil discernir a primera vista si estamos ante un comercio modesto que opera online o si se trata de un fraude. Lo que está claro es que, además de noticias falsas, en las redes sociales nos podemos encontrar con productos falsos, por lo que conviene actuar con suma precaución.

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