El cribado de cáncer de pulmón con tomografía computarizada de baja dosis de radiación (TCBD) en pacientes de riesgo reduce de forma significativa la mortalidad por esta enfermedad y avala la implantación de este tipo de programas en Europa. Así lo puso de manifiesto ayer el doctor Luis M. Seijo, codirector del departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y miembro del Área de Oncología Torácica de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), durante el 52º Congreso SEPAR 2019, que se celebra en Santiago.

El cáncer de pulmón se suele diagnosticar en fases avanzadas, cuando la curación es más difícil. Esta enfermedad tiene una alta mortalidad, aunque su diagnóstico precoz puede reducirla y mejorar las tasas de supervivencia de las personas afectadas. Los últimos estudios sobre esta prueba constatan su eficacia para detectar este tipo de cáncer cuando es asintomático y poder tratarlo en las fases iniciales.

En Estados Unidos, este tipo el cribado de cáncer de pulmón ya se ha implantado, mientras que en Europa se aguardaban los resulstados del estudio NELSON (Nederlands Leuvens Longkanker Screenings Onderzoek), que ha confirmado los hallazgos del ensayo estadounidense que demostró una reducción global en la mortalidad atribuible al cribado e incluso ha mejorado los resultados del mismo al realizar más rondas de cribado.