Manuel V. D., el cura de 78 años que gestionaba la parroquia de Seixalbo (Ourense), permanece investigado por un presunto acoso o unas presuntas coacciones -envió 671 mensajes de Whatsapp en 23 días, algunos de índole sexual, según la Policía Nacional-, tras comparecer ayer en el juzgado y mantener silencio tanto dentro como fuera del edificio. No respondió a los periodistas y se acogió a su derecho a no declarar ante el magistrado que lleva el caso, el titular de de Instrucción Número 2 de la ciudad, Luis Doval. Sigue libre, como en todo momento del caso y sin medidas cautelares. La Fiscalía considera que no es necesario decretar una medida de alejamiento de la víctima.

Desde que trascendió la denuncia, el religioso, ordenado en 1969, fue suspendido por la Diócesis de Ourense de su labor pastoral. Era capellán en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO), además de sacerdote en la parroquia de San Breixo de Seixalbo.