Federico Martinón recordaba ayer que "la mortalidad de la enfermedad meningocócica en España se sitúa en el 12, 7 por ciento. En el caso, del serogrupo W se acerca al 30%. Es decir, una de cada tres personas que adquieren el serogrupo W fallece".

Martinón aclaró que este "se manifiesta con una clínica menos típica con predominio de síntomas gastrointestinales, más que síntomas neurológicos o meníngeos". Añadió que "los médicos están bien preparados para reconocer estos cuadros".

No obstante, el problema no está en la detección, sino en la lucha con él, ya que las "medidas que tenemos son limitadas". Por ello, recomendó la vacunación.

Pediatras de Atención Primaria en Galicia han dedicado los últimos meses a informar a los padres de la virulencia y alta mortalidad del serogrupo W, al tiempo que les aconsejaban vacunar a los niños incluso antes de que lo haga la Xunta para minimizar el riesgo. De momento, la única solución es comprar la vacuna en la farmacia y conseguir que un facultativo autorice la inyección.