Eugenio Sánchez es uno de los enfermos renales en hemodiálisis -el método más común para tratar la insuficiencia renal avanzada y permanente- y es el presidente de ALCER-Pontevedra. Desde 2015, tiene que desplazarse hasta el hospital tres veces a la semana para someterse a diálisis. Su mujer lo lleva y lo trae. Sin embargo, otros muchos enfermos tienen que hacer uso del transporte sanitario. "La deficienia del transporte en Vigo es muy grave. Nos tratan peor que a paquetes de paquetería. Hay enfermos que salen de su casa a las siete de la mañana y no vuelven hasta las diez de la noche porque a las cuatro horas de hemodiálisis tienen que sumarle una hora y media de ida y otra hora y media de vuelta porque hay algunas ambulancias que recogen y dejan hasta a seis pacientes", explica Sánchez.

Otra reivindicación de esta asociación es el paciente mentor. "Es importante que los hospitales tengan un equipo con un psicólogo y un paciente mentor que hablen con el paciente nuevo de las posibilidades que tiene", explica.

Asimismo, ALCER-Galicia reclama un servicio de nefrología pediátrica en Galicia. "Los enfermos renales pediátricos tienen que recibir todas las terapias en su comunidad y no que ser atendidos en Madrid, Santander o Barcelona si tienen una urgencia grave", critica Rafael Rodríguez.