Las personas que han sufrido un ataque cardiaco, se saltan el desayuno y cenan antes de acostarse tienen entre cuatro y cinco veces más riesgo de sufrir otro infarto o una angina de pecho en los 30 días posteriores al alta hospitalaria, según un estudio publicado ayer en la revista de la Sociedad Europea de Cardiología. Su autor, Marcos Minicucci, de la Universidad Estatal de São Paulo (Brasil), recomienda un intervalo mínimo de dos horas entre la cena y la hora de acostarse.