La enfermedad meningocócica invasiva (EMI) es una infección de las meninges, las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal. Es una patología grave e impredecible que progresa rápidamente. Hasta un 10% de los pacientes que contraen una EMI fallecen y hasta un 20% de los afectados sufren importantes secuelas a largo plazo tales como amputaciones de miembros (brazos, piernas), sordera o retraso cognitivo. Una veintena de profesionales de atención primaria participaron en una jornada que se celebró en Pontevedra, en la que se debatió cómo abordar esta enfermedad, que puede afectar a personas de cualquier edad, y sus posibilidades de prevención mediante la vacunación.

En este sentido, Amparo Rodríguez Lombardía, presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria, asegura que la inclusión en el calendario de vacunas de la tetravalente ACWY para todos los niños de 12 años, que en Galicia está previsto que comience a emplearse ya este año, es una medida muy positiva. "Aunque la meningitis que tiene mayor incidencia es la B, está comenzando a aumentar la W y Y. Por ello consideramos que es una buena noticia la inclusión de esta vacuna ACWY en el calendario vacunal gallego porque los adolescentes son los portadores del microorganismo. Si controlamos la portación vamos a prevenir el contagio a las poblaciones más vulnerables, que son los lactantes y las personas mayores. Pero a la vez, creemos que habría que proteger a los lactante, como ya hace Castilla y León, donde se ha introducido esta vacuna hace un par de meses", explica.

La presidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria opina que Galicia tiene unas excelentes tasas de cobertura de lactantes, cercanas al cien por cien, y buenas en el adolescente, donde baja un poco, según la doctora Rodríguez Lombardía, que añade que la vacunación con la ACWY debería hacerse "lo más rápidamente posible" de cara a la protección de grupo. Según la pediatra, el meningococo es impredecible en términos de brotes. "Pero ahora tenemos armas para cercarlo, las vacunas, y debemos utilizarlas", explica la doctora, quien atribuye el movimiento antivacunas al desconocimiento. "Tenemos que ser capaces de transmitir seguridad sobre las vacunas a nuestros pacientes para que adopten la mejor opción para sus hijos, que es vacunarlos", manifiesta.