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Una viguesa en Oxford logra "mapear" los errores genéticos en cada caso de leucemia

La biotecnóloga Alba Rodríguez usa una técnica que analiza el tumor célula a célula para aplicar terapias personalizadas. Corrobora la insospechada "diversidad" de este cáncer

La investigadora en cáncer Alba Rodríguez Meira, en Vigo . // Alba Villar

¿Por qué un paciente responde a un tratamiento oncológico y otro, con un tumor supuestamente idéntico, no logra erradicarlo de todo? Viajar al interior de la masa tumoral para saber exactamente de qué anomalías está compuesta, como si de un batido tipo smoothie se tratase, es uno de los objetivos que persigue un equipo del profesor Adam Mead de la Universidad de Oxford en el que trabaja la viguesa Alba Rodríguez Meira.

Una nueva técnica de rastreo genético que realiza la viguesa con investigadores del Instituto de Investigación Molecular Weatherall del Consejo de Investigación Médica de Reino Unido (MRC) analiza -digamos- célula a célula, de forma individualizda para saber cuántas alteraciones y de qué tipo se detectan dentro del tumor. Cómo es su estructura. Hasta ahora, la tecnología de secuenciación genética existente solo permitía hacer un análisis genérico.

"Los investigadores con las técnicas que tenían a su disposición hasta ahora solo podían estudiar medidas globales de los errores genéticos del cáncer. Ahora, podemos analizar el tumor y estudiar las células de forma individual. Puedes tener un mapa exacto de la composición genética del tumor, lo que te permite entender la diversidad genética del tumor y qué terapias personalizadas podemos aplicar en cada paciente", explica Alba Rodríguez Meira a FARO durante su última visita en Vigo.

"A consecuencia de este estudio", prosigue, "también han descubierto que la diversidad genética de la leucemia es mucho mayor de lo que se pensaba". Usando un símil, la viguesa compara con pasar de "una foto borrosa en blanco y negro a una imagen microscópica con miles de colores y gran resolución". Han pasado de observar cuatro mutaciones a detectar hasta siete combinaciones de anomalías genéticas.

"Los intentos anteriores para rastrear errores en células cancerosas individuales fueron muy imprecisos, o solo pudieron rastrear unas pocas células a la vez. Esta es la primera vez que los investigadores han podido rastrear de manera confiable los errores de ADN, o "mutaciones" en miles de células cancerosas individuales, mientras que también miden cómo estas mutaciones conducen a la interrupción de cómo se lee el ADN dentro de las células cancerosas individuales en un tumor", explica literalmente el estudio del que es la primera autora Alba Rodríguez y que se publica en la revista Molecular Cell. La viguesa no oculta su satisfacción si este descubrimiento se trasladase a la sociedad y, aunque lo han aplicado solo a casos de leucemia -se realizó en la Unidad de Hematología Molecular- no descarta que se pueda usar en otros tumores. De entrada, se aplicará en otros ensayos clínicos del mismo centro inglés.

El estudio del Instituto de Investigación Molecular Weatherall de la Universidad de Oxford describe cómo esta nueva técnica (llamada Target-seq), no solo puede detectar mutaciones en las células cancerosas individuales de pacientes, sino también elaborar la lista completa de los genes que están activos en células cancerosas individuales - transcriptoma-.

El seguimiento de estos errores genéticos y sus consecuencias es importante, ya que a pesar de los últimos avances médicos, eliminar por completo las células cancerosas es a veces extremadamente difícil. "Como hay muchos tipos diferentes de células cancerosas en un tumor, todas pueden comportarse de manera diferente y tener diferentes tipos de resistencia al tratamiento", resumen. Comprender la genética de las células mutadas individuales con tanto detalle ayudará a los médicos a personalizar los tratamientos contra el cáncer para cada paciente, alegan.

El profesor Mead explica que "sin saber qué tipo de células tiene un paciente, es difícil predecir cómo responderá el paciente a un tipo particular de tratamiento o fármaco". Esto significa que los pacientes con cáncer a menudo tienen recaídas, porque su tratamiento solo eliminó algunos tipos de células cancerosas".

Esta es la primera vez que los investigadores prueban directamente las células cancerosas individuales para encontrar que incluso las células del mismo paciente, con el mismo tipo de cáncer de la sangre, son bastante diferentes entre sí, según los errores genéticos que cada uno de ellos haya acumulado. El patrón de errores del genoma y del transcriptoma fue tan detallado que los investigadores pudieron reconstruir la "historia de vida" de cada célula cancerosa en cada tumor, descubriendo el orden en que ocurrieron las mutaciones genéticas en cada célula tumoral. Sorprendentemente, incluso los pacientes que tenían un cáncer muy similar y habían sido tratados con las mismas terapias tenían "historias de vida" de tumores muy diferentes.

El equipo del profesor Mead ahora espera aplicar su técnica a cientos de muestras de pacientes, para poder identificar los tipos más comunes de eventos y secuencias que tienen lugar en las "historias de vida" de las células cancerosas.

Patrones de evolución

"Tener esta información es realmente importante, ya que no solo nos brinda información única sobre cómo los tumores cambian con el tiempo, sino también cómo podrían responder en el futuro a diferentes tratamientos y medicamentos", añadió Rodríguez Meira. "No hay dos pacientes que tengan exactamente la misma mezcla de células cancerosas con exactamente el mismo patrón de evolución, y nuestra técnica permitirá a los médicos controlar la progresión del paciente durante los ensayos clínicos y, en última instancia, personalizar el tratamiento que ofrecen a la mezcla única de células cancerosas que todos los pacientes paciente con cáncer tiene", resume.

La doctora Mariana Delfino-Machín, gerente de programa para el cáncer en el MRC, agregó: "El cáncer a menudo se considera una enfermedad única, pero en realidad es un término colectivo para el crecimiento anormal y la diseminación de las células, que pueden diferir incluso dentro del mismo paciente. Si queremos tratar el cáncer con éxito, debemos comprender exactamente cómo se comportan todas estas anomalías y cómo reaccionan al tratamiento, y esto es un gran desafío. Esta nueva técnica nos lleva un paso más cerca de lograr este objetivo. Si podemos entender el fondo y el comportamiento de las células cancerosas individuales en un tumor, tenemos el potencial de adaptar tratamientos más efectivos para el individuo en el futuro".

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