| Al igual que el pasado 25 de diciembre, ayer fue una nueva jornada para estrenar regalos; esta vez fueron los que los Reyes Magos dejaron bajo los árboles de Navidad. El sol permitió hacerlo, además, al aire libre. Bicicletas, patines y patinetes relucientes en su primer día probaron ayer la habilidad de los más pequeños de la casa, entusiasmados con sus nuevos juguetes. Las más que agradables temperaturas de estos primeros compases de enero -la máxima en Vigo fue ayer de 17,3 grados y en Pontevedra se alcanzaron 18,5º- animaron a muchos, además, a disfrutar de las escasas horas de luz solar en plena playa de Samil. La mayoría, no obstante, eligió quedarse en el paseo, completamente abarrotado durante toda la tarde.