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José Fernández Colmeiro: "El español es la primera lengua europea en las universidades neozelandesas"

El profesor e investigador vigués ostenta la Cátedra Príncipe de Asturias en Auckland

El catedrático vigués, en el barrio de St. Heliers en Auckland, con el volcán Rangitoto al fondo.

No es casualidad que a más de 20.000 kilómetros, en el país cuyos impresionantes paisajes recrearon en el cine la mítica tierra de los hobbits, una estudiante esté realizando su doctorado sobre la relación entre cultura visual e identidad gallega, desde O Rexurdimento y Castelao, hasta los diseños de Sargadelos y Rei Zentolo. El culpable es el docente e investigador José Colmeiro (Vigo, 1958), que ostenta en la Universidad de Auckland la primera de las cinco cátedras Príncipe de Asturias repartidas por el mundo.

Llegó a Nueva Zelanda hace una década después de una larga trayectoria en prestigiosas universidades de EE UU. Tras estudiar Filología Inglesa en Salamanca, continuó su formación en Stony Brook (Nueva York) y Berkeley y, a continuación, desarrolló su carrera y obtuvo su cátedra en Darmouth College, de la Ivy Leage, y Michigan. En 2008 acudió como invitado a un congreso de estudios ibéricos y latinoamericanos en Melbourne y se sintió "fascinado" por las Antípodas y el trabajo de sus colegas. Ya sentía por entonces que necesitaba "aires nuevos y nuevos retos", así que al año siguiente ocupó la cátedra de Auckland.

"En aquella primera visita conocí un mundo académico mucho más abierto, no condicionado por la sombra de lo latino estadounidense, el ambiente hiperpolitizado de la academia y la latente ola neoconservadora de la sociedad que finalmente nos daría a Donald Trump. He pensado muchas veces en los últimos años lo afortunado de haber salido y no tener que vivir en EE UU en estos tiempos tan revueltos y virulentos", celebra.

A José, Auckland le recuerda a Vigo, aunque con un tamaño mayor y medio centenar de volcanes: "Es un lugar magnífico, una ciudad portuaria en un entorno maravilloso, rodeada de agua y verde. La cultura neozelandesa, tan alejada del mundanal ruido, de los graves problemas de Europa y EE UU, es muy relajada".

Su universidad figura entre las cien mejores del mundo y el departamento de Culturas y Lenguas, al que pertenece, está en el top 40 de los rankings internacionales. "Pero más allá de las cifras y las estadísticas, una de las grandes cualidades es su vocación internacionalista, reflejada en el cosmopolitismo de profesores y estudiantes, que a su vez se nutre de la multiculturalidad de Auckland, la ciudad polinésica más grande del mundo, con una población muy variada de origen europeo y asiático, y una gran concentración de grupos étnicos maoríes e isleños del Pacífico", destaca.

La colonia española es pequeña, apenas unos 2.000 ciudadanos concentrados, sobre todo, en Auckland. Y, al igual que en otros países anglosajones, "el interés por las lenguas extranjeras ha sido históricamente muy limitado". Ésa fue una de la razones de la creación de la Cátedra Príncipe de Asturias a raíz del primer viaje del actual monarca a Nueva Zelanda en 1991. Y el apego por la lengua y la cultura españolas ha crecido "notablemente" en los últimos años.

"En buena medida porque los estudiantes están mucho más abiertos hoy en día y la creciente percepción de adquirir entendimiento cultural como ciudadanos globales. Y además de la atracción del rico patrimonio cultural español, también ha sido importante el surgimiento de la ola latina global, especialmente en el cine y la música popular. El español se ha convertido en la lengua europea más estudiada en las universidades, pero todavía va por detrás en Secundaria, sobre todo, debido a la falta de profesores cualificados", señala.

José destaca la "gran visibilidad y simbolismo" de la Cátedra Príncipe de Asturias, así como la intensa actividad desarrollada, principalmente, en el ámbito de la investigación y la publicación, pero también organizando congresos como el simposio sobre la Expedición Malaspina que conmemoró en 2011 el viaje del "explorador ilustrado injustamente olvidado", así como ciclos de cine o talleres para profesores. Y además trabajan "estrechamente" con la Embajada de España y la oficina de nuestro Ministerio de Educación en Nueva Zelanda.

El catedrático vigués también cuenta con un prolífico trabajo de investigación vinculado a Galicia, sobre la que los neozelandeses saben poco, a pesar de ser "grandes viajeros". Uno de sus campos de estudio es el desarrollo cultural en la época global y el año pasado publicó el primer libro en inglés sobre la expresiones visuales y musicales contemporáneas -Visiones periféricas: Desde Galicia para el mundo-.

"No había ningún libro en el área de cultura audiovisual, con lo cual era muy difícil enseñarla en la universidad o fomentar su investigación. El enfoque es primordialmente en torno a la música popular y el cine, que son acaso las formas de la cultura gallega contemporánea que mejor han viajado y han podido darse a conocer en el mundo globalizado, desde Carlos Núñez o Cristina Pato, a Antón Reixa y los grupos de la movida gallega, o los cineastas premiados internacionalmente como Oliver Laxe o Lois Patiño. Las hibridaciones culturales han creado un campo rico y fascinante que sigue dando grandes frutos", subraya.

Actualmente, trabaja en obras colectivas sobre la Galicia Global; la relación de Vázquez Montalbán, al que ha dedicado muchos ensayos, con Latinoamérica; y un libro que reúne algunos de los hispanistas más reconocidos de Oceanía.

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