- ¿Qué tiene "Digo España" de esa "España, camisa blanca de mi esperanza" de hace 36 años?

-Solo la palabra España. Aquella era una época en la que salíamos del blanco y negro. Estaba muy reciente el golpe de estado de Tejero e íbamos como hacia la luz. En "España, camisa blanca de mi esperanza" hablaba de una España con sus perfiles negros, pero más luminosa y más esperanzada. Esta ["Digo España"] es una canción más de madurez, casi una mezcla de manual de geografía y comentarios sobre lo que yo pienso y siento que es este país, que es el que conozco, un país, por otro lado, muy tironeado por todos los sitios, a veces con justificación y otras sin ella. De todo esto quería hablar ahora, 36 años después.

- ¿Nos cuesta decir España?

-Sí. Hay un chiste que me encanta que contaba Cansado sobre el dueño de un bar de Bilbao a quien no le debía de sonar muy bien la palabra España y que había puesto un cartel en la puerta que decía: "Primer premio de tortilla estatal". Y esto le ha pasado y aún le pasa a mucha gente, que de repente le da como reparo la palabra España.

- ¿De dónde saca la inspiración?

-Muchas veces de los periódicos, de noticias sueltas, pequeñas noticias apenas sin importancia, pero que las lees y dices: de aquí tiro yo y saco una canción. A veces, de esas ideas que uno va grabando. Yo camino mucho y caminar te despeja la mente y se te ocurren melodías, frases, y todo eso lo vas metiendo en el teléfono y cuando lo abres, al cabo del tiempo, algunas o muchas pueden ser canciones. Y eso es lo que hago, tirar de un hilo muy pequeño.

- Llevaba diez años sin sacar un disco de temas inéditos. ¿Por qué?

-No pasó nada. En estos diez años he hecho giras interminables; he hecho dos giras por España y América con "El gusto es nuestro", otra con Ana [Ana Belén], "Canciones regaladas", otra mía, "50 años no es nada", y tres años más con la gira de mi disco "Vivir para cantarlo", con la que estuve la última vez en Vigo [2011].

- Una vez que se encerró para componer, el proceso fue rápido.

-Cuando me encierro es que tengo ganas de componer, aunque siempre que me pongo tengo la sensación de que no sé cómo se hace, como si fuese la primera vez, pero luego ya empiezas a picar piedra y van saliendo cosas. Pero es cierto que no había escrito tantas canciones nunca. Ni de joven. Me dio un no sé qué y escribí 24 canciones en poco más de un mes y medio.