Flamencos, unicornios, cocodrilos y cisnes gigantes son cada vez más comunes en las playas gallegas. La fascinación que suscitan estos enormes flotadores ha terminado por liberar al mar todo un zoológico que, si no se tiene la precaución adecuada, puede ser el motivo de numerosos disgustos.

Desde el Centro de Coordinación de Emergencias en Playas del Concello de Vigo advierten del peligro que entrañan estos muñecos. Los hinchables, empujados por la fuerza del viento, pueden alejar a los bañistas a varios kilómetros de la orilla y conducir a situaciones tan peligrosas como las que se produjeron este verano en Cádiz, donde el pasado 6 de agosto falleció un niño tras haber quedado a la deriva en una balsa hinchable; o en Tarragona, donde una niña fue arrastrada por la corriente mientras navegaba con un flotador.

Los hinchables sobre los que más incide el viento son aquellos cuya superficie sobresale más del agua y, aunque en la costa viguesa predominan vientos de suroeste y noroeste que tienden a arrastrar a los bañistas hacia el interior de la playa, pueden darse vientos adversos. Por este motivo, los expertos aconsejan que, antes de meterse al agua con una colchoneta hinchable, se consulte al punto de salvamento más cercano.

En el caso de que un bañista se vea arrastrado por la corriente, lo primordial es, de acuerdo al Centro de Emergencias, que aquel dé la voz de alarma y bracee. Además, si el mar está revuelto y la colchoneta le permite mantenerse a flote, lo aconsejable es que el bañista se mantenga dentro de ella.

Por último, desde el Centro de Emergencias recalcan que la misión del socorrista es el rescate y el salvamento acuático, pero la vigilancia de los menores es una responsabilidad inalienable del tutor.

Peligro en el mar

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), por su parte, ha advertido recientemente de que estas grandes figuras hinchables "no son adecuadas para los niños" y añade que hay que tener cuidado con llevarlas a zonas profundas y dormirse encima. También alerta de los saltos sobre estos colchones al borde de la piscina, pues el niño "puede rebotar y golpearse contra el mismo bordillo o incluso contra el fondo".

Asimismo, la OCU alerta de que las colchonetas y flotadores solo deben usarse donde el niño haga pie y nunca en el mar, ya que "la corriente puede arrastrarles hacia el interior".