Miles de vigueses disfrutaron ayer de la noche más corta y más mágica del año, la de San Juan, que marca el inicio del verano y que con el fuego purificador de sus hogueras permite dejar atrás los males pasados e encomendarse a un futuro mejor. Acompañando a los fuegos, que ardieron en una treintena de barrios de la ciudad y en decenas de pequeñas fogatas repartidas por los arenales, estuvieron las tradicionales sardinas asadas, que como cada año viven su momento de mayor esplendor, convertidas casi en manjar de lujo. Mucho antes de la medianoche, a partir de las ocho de la tarde, el aroma a sardinas comenzó a impregnar todos los barrios y poco antes de la medianoche se mezcló con el olor y el humo de las hogueras. El intenso calor de la jornada, en la que se superaron los 30 grados y las playas se llenaron de gente, retrasó un poco la llegada de los asistentes a las celebraciones, pero a partir de las nueve ya se disfrutaba de un ambiente festivo en prácticamente cada barrio vigués.

"Este año las sardinas están supercaras, es una animalada el precio al que se venden pero es la tradición", señaló el presidente de la asociación de vecinos Dr. José Casás de Bouzas, José Manuel Vidal. La entidad repartió 250 kilos entre los asistentes a la hoguera de la villa, una de las más multitudinarias de la ciudad. La orquesta Mar Azul actuó en dos pases antes y después de la medianoche y poco antes del encendido de la hoguera, a las 23.30 horas, se realizó un conjuro "anticrisis" para alejar los malos augurios.

Una cantidad semejante de sardinas se degustó también en la "Noite das fogueiras" del Casco Vello, que contó con la actuación de As lideiras do Berbés, Os Cuncheiros y gaiteiros del barrio. Además de los 300 kilos de sardinas, los que se acercaron al barrio histórico pudieron también disfrutar de bocadillos y rosquillas, además de participar en un taller de danzas del mundo que se celebró a las diez de la noche. Entre los asistentes, muchos de los participantes en la Carreira Nocturna de San Xoan y sus familias y por primera vez en la hoguera del Berbés hubo un acto simbólico contra el machismo con la quema de una decena carteles en los que se podía leer palabras como "machismo" o "patriarcado". "Es un gesto de nuestro compromiso contra las injusticias", explicó el secretario de la asociación, Fiz Axeitos.

La sardiñada, aunque en menores proporciones, también se disfrutó en parroquias como Zamáns, donde la asociación de vecinos repartió 80 kilos y contó con la animación de un gaiteiro durante la fiesta alrededor de la hoguera. También en la explanada frente a la playa de O Vao, en Coruxo, hubo una fiesta organizada como cada año por el centro cultural en la que se dispuso una cantina que repartió bocadillos y 50 kilos de sardinas. La velada estuvo amenizada por la charanga "Os imperiais" y los grupos de las escuelas del CRACC de gaiteiros y pandereteiras.