Galicia huele a humo y sardinas. La noche más corta del año es también la noche de las 'meigas'. San Xoán ha comenzado en la comunidad gallega en torno a cientos de hogueras y fogatas. Fiesta y tradición se unen en una jornada mágica para celebrar el inicio del verano. El intenso calor del día, en el que se superaron los 30 grados y las playas se llenaron de gente, retrasó un poco la llegada de los asistentes a muchas de las celebraciones, pero a partir de las nueve ya se disfrutaba de un ambiente festivo en prácticamente cada barrio de las Rías Baixas.
En Vigo la fiesta, como todos los años, se vive por todas las parroquias de la ciudad. Hogueras como las de O Berbés y la de Zamáns se han llenado de gente, mientras que las playas acogen decenas de pequeñas hogueras de niños, jóvenes y no tan jóvenes. En los arenales de Samil o la Fuente no cabe un alfiler. En Alcabre, las llamas de su gran hoguera bailan al son que marcan los golpes de la percusión. Tampoco en zonas del área metropolitana, como en Panxón, falta la fiesta habitual de la noche del 23 de junio.
Otro punto caliente esta noche es el recinto de A Reiboa, en Poio, donde se congregan cientos de personas para disfrutar de las atracciones y de la música. La gran 'sardiñada' y la hoguera en Lourido hicieron un efecto llamada y hasta allí han acudido numerosos vecinos tanto de Poio como de Pontevedra.
En Vilagarcía tampoco se quedan atrás e incluso han comenzado a saltar las hogueras antes de medianoche. Las celebraciones continuarán durante toda la madrugada. En el concello de O Salnés hay unas 300 hogueras, pero en el resto de la comarca no se han quedado atrás. En Cambados son más de 120 las cachadas autorizadas; en A Illa de Arousa se han encendido unas cien; la misma cantidad que arden en el municipio de Valga y en O Grove.
