Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Juan José Ruiz Ezquerro: "Hay avances, pero temo que la cura del alzhéimer va a tardar en llegar"

"Conocemos perfectamente los factores de riesgo del ictus, pero los casos no han disminuido en prevalencia, lo que quiere decir que estamos fallando"

El neurólogo Juan José Ruiz Ezquero. // L.O.Z.

El neurólogo Juan José Ruiz Ezquerro, jefe de sección de Neurología del Complejo Asistencial de Zamora, acaba de recoger el galardón con el que le ha distinguido la Sociedad Española de Neurología (SEN), el Premio SEN Historia de la Neurología como reconocimiento "a su amplia labor científica y a su dedicación por la investigación de la neurohistoria".

- Muchas veces se sospecha que algunos síntomas sin otra explicación pueden deberse a algún problema de tipo neurológico. ¿Son muy frecuentes este tipo de casos en sus consultas?

-Nos llega todo, desde los trastornos sensitivos, a los dolores, a los mareos, pérdidas de conocimiento, al "no se sabe que le pasa" en definitiva o "le pasa algo muy raro", que son dos "diagnósticos" coloquiales que acaban llegando al neurólogo.

- A veces, históricamente, las enfermedades neurológicas tenían mucho de incomprensibles, casi causadas por algún efecto mágico o maléfico.

-Históricamente sí, aunque eso ya se va perdiendo. El ejemplo más típico es la epilepsia, pero tenemos otras enfermedades como trastornos del movimiento por ejemplo o con múltiples tics, como la de Gilles de la Tourette que a veces desde el exterior tienen un aspecto un tanto mágico por lo espectaculares que son. El papel de la Sociedad de Neurología, de los medios de comunicación e incluso de las series de televisión algunas más directa y otras más indirectamente y algunas de una manera más afortunada que otras, han contribuido a desmitificar muchos aspectos de las enfermedades que estaban en el colectivo social.

- ¿Cuales son las patologías más frecuentes que ven a diario, las que les llegan a la consulta?

-Hay un grupo que podríamos denominar patologías poco específicas como el mareo, la inestabilidad o las alteraciones en la marcha, que son problemas que frecuentemente nos llegan. Pero como enfermedades específicas, vemos mucho el dolor de cabeza, la cefalea, y dentro de ellas las migrañas y las cefaleas tensionales, los trastornos de la memoria, ya sean subjetivos u objetivos, y trastornos del movimiento como la enfermedad de Parkinson y también los ataques epilépticos. Y dentro de la patología aguda y más directamente relacionada con la actividad hospitalaria, el ictus. Vemos mucho traumatismo cráneo encefálico en pacientes mayores, porque las personas mayores son más frágiles, se caen, se golpean y se producen más alteraciones que en una persona joven. Este es el grueso de la patología sin olvidar ese importante porcentaje de casos "extraños", de difícil diagnóstico.

- Son una de las especialidades que se las tiene que ver con el ictus. ¿Estamos avanzando en la lucha frente al ictus?

-Hemos avanzado. Conocemos perfectamente los factores de riesgo del ictus, si no todos, muchos de ellos. Y muchos son prevenibles, como hipertensión arterial, colesterol, diabetes, vida sedentaria, por supuesto el tabaco, y otros. Sin embargo los ictus no han disminuido en prevalencia, lo que quiere decir que estamos fallando. Sin obviar que hay muchos matices y no todos los casos son iguales, en teoría si se produce un ictus en personas con los factores de riesgo ya determinados es que ha fallado la prevención. Y eso está sucediendo todos los días. Hemos avanzado mucho en el diagnóstico precoz del ictus y en el tratamiento precoz del ictus con técnicas como la fibrinólisis que se efectúan en las primeras 24-36 horas. Y hemos avanzado mucho también en rehabilitación, lo que pasa es que los medios no son muy florecientes, necesitamos más medios.

- ¿Hay enfermedades como el párkinson y el alzhéimer de las que no se terminan de conocer bien los mecanismos que las provocan?

-Los mecanismos los conocemos bastante bien, lo que pasa es que no sabemos cómo interrumpir la secuencia que conduce a la aparición de la sintomatología clínica. En párkinson también se ha avanzado mucho con la aparición de nuevos medicamentos y con las técnicas quirúrgicas, pero siempre que hablamos de que se ha avanzado mucho quiere decir que no se ha dado con la solución. En definitiva, que seguimos esperando.

- ¿Y en otra de las patologías de gran incidencia y sus repercusión sanitaria y social, como es el alzhéimer?

-Es un problema mucho más complejo. A mí me llamaban pesimista hace 30 años cuando se anunciaba en los medios y anunciaban algunos profesionales la curación del alzhéimer en cinco o diez años. Lamentablemente de eso hace veinte años y yo sigo viendo lo mismo que veíamos antes.

- ¿Algo habremos mejorado, no?

-Por supuesto, hemos mejorado mucho en el manejo de los enfermos, hemos mejorado en muchas cosas. Lo que me refiero es a que no disponemos de un tratamiento curativo.

- Cuando se descubrió que fallaba la mielina se pensó, damos un tratamiento para eso y ya está, pero no era tal fácil.

-Más claro es aún el caso del párkinson, que es un déficit de dopamina, y cuando reponemos la dopamina mejoramos la situación, pero hay otros aspectos que la dopamina no soluciona. Son enfermedades muy complejas en las que me temo, y lo lamento, el tratamiento curativo va a tardar en llegar.

- ¿Los tics, o los tocs (trastornos obsesivo-compulsivos) tienen que ver con su especialidad?

-Trastornos obsesivo-compulsivos son fundamentalmente casos de manejo psiquiátrico, lo que pasa es que estamos viendo que también pueden aparecer en pacientes neurológicos a veces inducidos, favorecidos o provocados por algunas de las medicaciones que damos. En concreto en el párkinson, en el que se producen trastornos obsesivos-compulsivos en relación con alguna de las medicaciones que damos.

- ¿Ha habido avances en el tratamiento de la epilepsia, enfermedad a la que dedicó un libro, con una visión histórica?

-Como en todo, hemos avanzado pero no hemos llegado. Hay fármacos, nuevos fármacos que vienen de alguna manera a sufrir déficits de los anteriores, pero no hemos dado todavía con una solución para todos los casos. Hay un 20% de los ataques epilépticos que corresponden con la epilepsia refractaria al tratamiento médico y para esos no tenemos una solución eficaz. También se ha avanzado mucho en el tratamiento quirúrgico. Pero en definitiva nos pasa lo mismo que con las otras enfermedades, vamos avanzando, pero no acabamos de alcanzar la meta.

- ¿De dónde intuye que podrán venir los mayores avances en Neurología? ¿De la genética, medicamentos de nueva generación?

-Van a venir, seguramente, por todas las vías, en algunos casos por la vía genética o molecular, en otros por la nanotecnología, de la administración de los medicamentos, va a venir por todas las vías.

- Oímos hablar de dietas o modos de vida cardiosaludables. ¿Hay modos de vida neurosaludables?

-Sí, sin duda. El estilo de vida saludable y la dieta saludable es algo que influye en todas las especialidades, es la economía del cuerpo general. Si una dieta es cardiosaludable es cerebrosaludable también, es una dieta saludable en definitiva, no hay que ponerle ningún apellido. Y en los estilos de vida pasa lo mismo, influyen en todo. Es una de las cosas que se aprende en historia de la Neurología o de la medicina en general. Los primeros médicos escribieron los primeros regímenes de salud "regimena salutatis" que eran todos consejos de vida higiénico dietéticos, de actividad física, control del sueño, de la actividad sexual, de la dieta y todo eso era una manera de prevenir. Eso es algo que ahora estamos retomando. Por ejemplo en los libros divulgativos de Valentín Fuster sobre la cardiología o los que promocionamos desde la Sociedad Española de Neurología en relación con el ictus no son más que una serie de consejos encaminados a eso.

Compartir el artículo

stats