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Ocho siglos de una obra universal

Los tesoros de una joya de la Unesco

¿Por qué los peregrinos del siglo XXI portan vieiras y bastón? ¿Existía en el Medievo la 'tradición' de la fiesta nocturna en la madrugada del Apóstol? Las respuestas se encuentran en una obra del siglo XII, el Códice Calixtino

Inicio de polifonía del Códice.

Ante los peregrinos armados con el ya clásico bastón, las conchas de vieira, nos preguntamos, ¿por qué se repiten esos elementos? Da igual que procedan de Japón, Alemania, Argentina, México o Cataluña. El patrón simbólico es el mismo. Para comprenderlo, hay que pensar más allá de modas y, si realmente obedeciese a ellas, tendrían sus raíces en la primera guía del peregrino y del Camino de Santiago de la historia: el Códice Calixtino, datado en el siglo XII.

En este libro tan antiguo, guardado en la Catedral de Santiago, con copias medievales y más recientes en otras bibliotecas y archivos del mundo, el primer capítulo -conocido como el Libro primero y uno de los cinco que conforman el Códice- da las claves para entender la parafernalia que ha ido uniendo a los peregrinos desde el siglo XII o antes hasta el XXI.

En ese primer libro, "que recoge la liturgia de la celebración jacobea -explica el archivero de la Catedral de Santiago, Francisco Buide- se encuentran sermones así como las homilías del papa Calixto II que no se sabe si realmente fueron suyas o atribuidas a él". Entre ellos, destaca Veneranda dies, El día venerable. "Este -detalla- recoge toda la espiritualidad de la peregrinación con una explicación de los elementos del peregrino. El bastón significa apoyo en la fe de Dios como un tercer pie; la calabaza sería parte del bastón. El morral es el saco pequeño porque el peregrino necesita muy pocas cosas materiales. Por eso, es un saco abierto para que sea fácil sacar (cosas), tanto para compartir como para guardar".

Transformación personal

Este sermón del Códice Calixtino también habla de la concha señalando que es identificativa de Galicia por la franja costera. "No sabemos cuál fue la primera concha del peregrino pero es anterior al Códice Calixtino. Este recoge simplemente esa tradición del molusco con la interpretación de la mano. Como son dos piezas, está entre la mano de Dios que nos empuja y la del hombre que hace la caridad, que es la que cambia al peregrino", explica Buide.

Ese primer libro señala que las celebraciones para honrar al Apóstol "giran en torno a dos grandes fechas: la del 25 de julio, que es la fecha tradicional del calendario romano; y el 30 de diciembre, que es la fecha que más encontramos en los calendarios litúrgicos hispanos y de Oriente Próximo, como Siria o Armenia. Le llamamos la fiesta de la traslación que solo se celebra en Santiago y en algunos sitios jacobeos importantes del camino. Es una fecha que tiene reminiscencias orientales, incluso palestinas podríamos decir", apunta Buide.

El Códice explica cómo en la víspera del 25 de julio, "los peregrinos quedaban en vela en la Catedral, cantando con alegría, rezando por sus pecados, tocando sus instrumentos; había un clima de fiesta", señala el archivero. Este experto añade que, "aunque no lo dice el Códice otros documentos apuntan que, entonces, la Catedral tenía sus puertas abiertas constantemente. Abría día y noche". Después, en algún momento de la historia, esas puertas se cerraron al caer el sol. Sin embargo, es curioso cómo ha surgido una "tradición" más laica despojada del fervor religioso que, cada año, es seguida por miles de personas que 'peregrinan' a Compostela para asistir a los fuegos artificiales, las proyeciones en el Obradoiro y la marcha nocturna desde el ocaso del 24 a los primeros rayos del 25 de julio.

Por otra parte, el libro IV del Códice, Historia de Turpín, fue un precursor de los bestsellers.Relacionado con la literatura caballaresca medieval y las hazañas de Carlomagno fue un éxito literario en el Medievo con copias manuscritas que circularon por toda Europa.

¿Conexión entre el lema olímpico y el Himno del Peregrino?

  • El Códice Calixtino, además, ha contribuido al desarrollo de la polifonía musical. Buide cita cómo algunos investigadores consideran que acoge el primer ejemplo de polifonía de la Edad Media. En varios folios se recogen letras de himnos u oraciones con anotaciones musicales. El archivero de la Catedral de Santiago señala que "una de las partes más características del Códice" es la inclusión de las oraciones con música. Esta viene determinada por una línea de texto con dos líneas de voz y puntitos señalando cuándo subir o bajar la entonación cantando. Esto aparece en una parte del Libro Primero pero también al final del libro figura el Himno de los Peregrinos, conocido como Dum paterfamilias. En latín, hace referencia a los milagros del Apóstol, cita que se encuentra en Galicia y recoge varias palabras no latinas de otros idiomas, así como la expresión Ultreia. Esta, del latín corrupto medieval, significa más allá, más arriba. "Es el lema del peregrino y recuerda al lema olímpico más alto, más fuerte, más rápido ( citius, altius, fortius, en latín)", añade el archivero compostelano. La frase olímpica arranca de 1891, del sacerdote dominico Henri Didon. Otra curiosidad es que en el libro segundo, el de los milagros de Santiago, se encuentra la explicación a la frase "Santo Domingo de la Calzada (La Rioja), donde la gallina cantó después de asada". Se refiere a "la parte menos histórica del Códice pero que ha quedado en el imaginario colectivo", añade Buide, en alusión al "milagro" que aconteció a un padre que vio a su hijo vivo, en teoría ya fallecido acusado con él de haber robado a un mesonero que escondió pertenencias en los bolsos de ambos peregrinos simulando que le habían robado. El juez no creyó al padre que el hijo, ahorcado, siguiese vivo y dijo que eso era tan cierto como que la gallina que se estaba comiendo cantaría. "Y la gallina cantó", apunta el Archivero.

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