En los últimos años, son varios los deportistas de élite que se han visto envueltos en escándalos de naturaleza sexual. El último y sonado caso ha sido el que implica, presuntamente, a Cristiano Ronaldo, al que "Football Leaks" y el semanario alemán "Der Spiegel" acusan de haber pagado, mediante un acuerdo extrajudicial, algo más de un cuarto de millón de euros para silenciar una agresión sexual acontecida en junio de 2009. Unas acusaciones que han sido negadas, de forma taxativa, por los representantes del astro madridista.
Antes que Ronaldo, otros futbolistas se han visto envueltos en casos similares. Los más viejos del lugar sin duda recuerdan el caso de Alexanko, soberbio central del Barcelona y la selección española que en 1988 fue acusado de violar a una joven en Holanda. La denuncia se desestimó por falta de pruebas. Más cercanos en el tiempo son casos como el de Braulio, condenado por agredir sexualmente a cuatro mujeres en 2012, o el del delantero del Betis Rubén Castro, inmerso en un proceso por maltrato y agresión sexual a su expareja, la cual además ha sido víctima de humillantes cánticos por parte de la afición bética. Y es que estos dioses del deporte suelen tener el apoyo de los fanáticos, independientemente de sus faltas o delitos.
En otras disciplinas deportivas, y especialmente en el deporte norteamericano, los escándalos son numerosos. Mike Tyson acabó entre rejas por violar a la joven Desiree Washington. Cumplió tres años y al salir pudo retornar al ring, llegando incluso a recuperar el título mundial de los pesos pesados.
También Kobe Bryant, astro mayor del baloncesto, fue acusado de violar en 2003 a otra joven, Katelyn Faber. Tras varios meses de controversia, Bryant se disculpó públicamente, reconoció el encuentro sexual y afirmó que creía que era consensuado. La fiscalía retiró finalmente los cargos, tras negarse la presunta víctima a declarar, aunque muchos especulasen con algún tipo de acuerdo económico.
En medio de la polémica, el futbolista del Real Madrid aún no se ha pronunciado. Fuera de la convocatoria en el reciente partido contra el Sporting, Ronaldo pasó las vacaciones de Semana Santa en Marrakech, donde reside su amigo Badr Hari, en compañía de su familia.
