A pesar de que existe una creencia de que los alérgicos y asmáticos no deben hacer deporte, practicar alguna actividad física de manera regular puede mejorar el estado del paciente respecto a estas patologías. Así lo asegura el jefe de Alergología del CHUAC, Antonio Parra, que explica que "realizar deporte genera lo equivalente a un tratamiento antiinflamatorio de grado leve" y que "cuando se hace ejercicio se favorece el intercambio de oxígeno en los pulmones".
Sin embargo, es muy importante que los alérgicos tengan bien diagnosticada y controlada la enfermedad. Además, matiza que en el caso de las personas sensibles al polen es mejor huir de zonas con altas concentraciones, como los parques o el campo. En las próximas semanas se alcanzarán los mayores picos de polen del año y Parra recomienda que en esos días de máxima exposición no se haga ejercicio o se realice en un lugar cerrado.
La contaminación también puede ser un desencadenante de ataques alérgicos. El médico expone que "el humo, los olores fuertes y contaminantes de los coches son irritantes en sí mismos", con lo que si se puede hay que apartarse del tráfico. "Pero entre no hacer ejercicio y hacerlo en un ambiente que no es el idóneo, mejor hacer deporte", aclara.