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Boris Matijas: "A través de la escritura emprendí el camino de conocerme "

La guerra de los Balcanes dejó a este yugoslavo sin patria - Ya como refugiado en España, empleó su vida como material literario en una obra que le ha servido de terapia

Boris Matijas (dcha,) y su presentador, el delegado de Entreculturas, José Luis Barreiro. // J. Lores

"En mi país hay un dicho y es que hay dos tipos de personas: las abejas y las moscas. Las abejas encontrarán la flor más bonita en un vertedero lleno de basura y porquería; por el contrario, una mosca encontrará (con perdón) una mierda incluso en el jardín más bonito". Boris Matijas (Knin, 1976) es el autor de estas palabra. Es consultor, escritor; habla varios idiomas y ahora está aprendiendo sueco para adaptarse a su nuevo lugar de residencia. Matijas es además refugiado. Ayer presentó en el marco de las charlas del Club FARO su libro "Cuenta siempre contigo. Tu vida como material literario", un testimonio del proceso de prospección íntimo que ha realizado para indagar en su personalidad e identidad tras haber sufrido la guerra de los Balcanes. Su objetivo es ser una abeja.

Presentado por el periodista y delegado de la ONG Entreculturas, José Luis Barreiro, el escritor desarrolló brevemente su historia personal para comenzar. Hijo de padre serbio y madre croata, cuando la guerra de la ahora ex Yugoslavia comenzó tuvo que estar en el ejército serbio. Se refugió en Serbia, donde vivió otra guerra, y su periplo de huida lo ha hecho pasar por Malta, Inglaterra, España y a residir ahora en Suecia.

Fue en España donde comenzó con la escritura, a modo de autoayuda. "Fue un proceso de alfabetización personal", relató Matijas. Sin documentación, dinero ni expectativas personales, acudió a recibir ayuda psicológica a una asociación. Se sentí todavía peor que en la guerra, dijo, pues además estaba fuera de su patria, aunque ya no sabía muy bien cuál era.

Comenzó a hablar de su pasado con la psicóloga y a entender que su situación de agotamiento anímico era la esperable tras haber vivido una guerra. "Al intentar contestar por qué me pasó aquello pude conectar con el para qué, con la esperanza, pude ordenarme y hacer la autoedición de mis relatos y, lo más importante, empecé a compartirlos". Comenzó a escribir un blog personal en 2003 y "al compartir aquello" empezó a recibir comentarios de los lectores desconocidos. "Y empiezas a tener otras informaciones y me fue más fácil salir de aquellas ideas en las que uno se encierra en su día a día", resumió.

Matijas descubrió entonces "la importancia de conocerse a sí mismo" y de ver más allá de las frustraciones continuas pues sostuvo que "la vida nos oculta las salidas y soluciones" si estamos en un contexto poco propicio. "La realidad que nos rodea se construye a base de los sentimientos y pensamientos que tenemos, a través del proceso de escritura emprendí el camino de conocerme a mí mismo".

Una cata de vinos

Matijas acabó escribiendo un libro que le ayudó a contestar a varias preguntas. La primera fue qué es lo que nos guía, la racionalidad o la personalidad. "En los tiempos modernos en los que vivimos la idea es que es la racionalidad, queremos creer que a través de ella somos capaces de solucionar la mayoría de los grandes dilemas de la vida, pero no es así, es solo la respuesta que da nuestra personalidad a los estímulos externos, la clave reside en el interior".

Decidió además escribir el libro en castellano porque los hechos dolorosos que había pasado los había vivido en su idioma, "el principal punto de identidad de uno" . "Mis traumas de la guerra vienen también de la incapacidad de identificarme como serbio o croata, no se que era, era yugoslavo hasta hacía poco, hasta el año 90, y por eso hacer el libro en castellano me resultó de mucha ayuda, me permitió poner las cosas en perspectiva", añadió.

Ese hecho le hizo reparar también en el proceso de traer al consciente lo que subyace en el inconsciente. Matijas aclaró que él también se dedica a la terapia familiar y "esto es un punto clave en pacientes, traer de la emocionalidad a la racionalidad, lo oculto bajo capas".

De esta manera, uno puede "empezar a poner palabras a los silencios", desarrolló, pues cuando llegó a España tenía todavía miedo a relacionarse con los pasajes dolorosos de su vida. Subrayó la dificultad de establecer una conversación con uno mismo y la importancia de entender las emociones, lo que comparó con una cata de vinos: "Cuando uno prueba un vino y es inexperto puede decir si le gusta o no, cuando sabe un poco más le pone más sabores mas texturas, se vuelve experto y lo mismo nos pasa cuando nos damos cuenta de los procesos que nos llevan a tomar las decisiones".

Gracias a todo este proceso Matijas se siente como una abeja y trata "de encontrar las flores donde otros no las ven".

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