"Hay quien dice que la risa es la distancia más corta entre dos personas", defendió ayer la terapeuta María Rosa Parés ante un abarrotado Club FARO. "Los médicos deberían de recomendar sonreír, porque cambia la química del cuerpo" -añadió- "poco se receta el humor y la risa, no debe de interesar a los laboratorios". Y para predicar con el ejemplo, la codirectora de "Salud Creativa" dedicó la mitad de su conferencia a poner en práctica la risoterapia entre los asistentes. La respuesta no se hizo esperar y el auditorio, en pie, acabó entre movimientos desternillantes y carcajadas a dos carrillos.
La risa sana los daños del alma, aunque no siempre es posible reír porque las circunstancias no acompañan. Para poner en antecedentes al público, la experta se refirió a Norman Cousins como el precursor de la risoterapia: "Cousins, periodista afectado de una enfermedad, decidió cambiar su tratamiento y tomar grandes dosis de vitamina C y ver películas de risa, en concreto, de los hermanos Marx", relató. "Descubrió de después de diez minutos de risa 'de barriga' podía pasar dos horas sin dolor". Aún así, advirtió a los presentes: "No cambien ustedes de tratamiento sin autorización médica" . Eso sí, recomendó: "Practique usted la risa con sus hijos y su pareja".
"Hay algo muy metido en nuestra cultura que es que tiene que pasar algo extraordinario para que nos riamos. Pero reír sin motivo, aunque culturalmente no está aceptado, reírse tiene beneficios". De hecho, Rosa María Parés dijo que la risoterapia "trata de rescatar la curiosidad que teníamos desde los uno a siete años y que, tal vez, perdimos por el camino".
La coach y experta en Programación Neurolingüística Isabel Goberna presentó previamente a la risoterapeuta aludiendo, precisamente, a los estudios científicos que avalan los efectos saludables de la risa. Uno de ellos realizado sobre pacientes diabéticos con infarto de miocardio reciente y otros, sobre mujeres de entre 25 y 40 años que se estaban sometiendo a un proceso de fertilización in vitro: "El 35% de las que disfrutó de un espectáculo de humor se quedaron embarazadas" completó.
María Rosa Parés es codirectora de "Salud Creativa" -junto con su pareja y "compañero de vida", José Manuel Torres- risoterapeuta, ludotrainer, líder yoga de la risa y coautora del libro "Río, luego existo". Por eso, explicó que la risa que busca en los talleres que realiza es "la más espontánea, la que genera cambios en la salud física, emocional, mental y relacional". Ese tipo de risa, para la experta, es "una risa de barriga, que emplea toda la capacidad pulmonar generando movimiento en el abdomen". Esta risa viene de manera espontánea, a través de juegos y dinámicas grupales o de ejercicios y propuestas específicas de exploración de la risa.
Los argumentos de la experta vinieron a enfatizar los beneficios de la risoterapia clásica, para los que aportó datos médicos: mayor oxigenación en el organismo, activación cardio-vascular de la zona abdominal y del cuerpo en general, masaje de órganos internos, segregación de hormonas que generan estados de bienestar y placer, aumento de los niveles de vitalidad, motivación, alegría, buen humor. En resumen, que disfrutar del aquí-ahora también favorece la recuperación de la perspectiva.
"Río, luego existo"
"Río, luego existo"En lo que respecta a los beneficios de la risoterapia "integrativa", Rosa María Parés añadió a los anteriores aspectos como la profundización y aprendizaje sobre sí mismo y sobre los demás de la persona que lo realiza, desarrollo de la escucha, empatía, congruencia, aceptación, auto-responsabilidad, asertividad, pro-actividad, auto-liderazgo y liderazgo, así como la potenciación de la transparencia y autenticidad en las relaciones. Eso sí después de una sesión de risoterapia, está "en las manos de cada uno seguir con el día a día de la sonrisa".
Los contenidos de su libro, "Río, luego existo", están repartidos en tres áreas: área de la risoterapia, los juegos y las dinámicas de grupo, con explicaciones y diversos ejemplos para la realización de prácticas y sesiones desde este enfoque; área del autoconocimiento -la autogestión y el autoliderazgo, generando estados positivos y de bienestar personal- y el área de la conducción, la gestión y la dinamización de grupos para facilitar actitudes, aptitudes y habilidades que favorezcan una intervención eficaz.
"No te instales en la queja, ya que resta salud", aconseja
- "Deberíamos ir al encuentro de nuestra capacidad lúdica y de nuestra risa genuina celebrando cada instante, desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Tenemos numerosos momentos para para ver las situaciones, las personas o las cosas, con una mirada más ligera, amorosa, divertida, festiva y espontánea, sin que para ello sea necesario que sea Navidad, ni fin de año, ni ninguna fecha especial", defendió Parés. Hizo un llamamiento a disfrutar de los pequeños gestos, del día a día "a no saltarse esa celebración, porque hay un motivo cada día y muchos momentos para disfrutar", añadió.La risoterapeuta criticó la recurrencia de los pensamientos tóxicos: "Hay que quejarse, pero luego construir un discurso más realista y constructivo; no todo está mal", aseguró, "quitarme del vicio de la negatividad y de la frustración crónica". "El catastrofismo, enjuiciar, generalizar... provocan reacciones en el organismo nada beneficiosas. Dejar de alimentar esas pautas de pensamiento y conducta tóxicas es un primer paso", aseguró.Consejo para el día a día de la profesional: "Observarse cuando empiezan a complicarse las situaciones... una cosa es lo que ocurre y otra, muy diferente, es el enredo que nos creamos y lo peor, lo que nos creemos", indicó como ejemplo la experta.Y ante cualquier percance, el consejo está claro: "Al mal tiempo buena cara", resumió la experta. "Atiende a la situación sin ponerle más de lo que ya es por sí misma. No te instales en la queja, ya que resta salud porque estimula hormonas para la defensa que se mantienen en la sangre sin llegar a consumirlas, puesto que en realidad no hay una acción de ataque o defensa a llevar a cabo".
