La discriminación por edad o edadismo preocupa a los geriatras gallegos desde hace tiempo. Javier Pérez Martín, docente en geriatría y vicepresidente de la Sociedade Galega de Xerontología e Xeriatría (SGXX), alertó ayer de que este fenómeno vulnera "la dignidad y los derechos de las personas mayores". El geriatra, que ayer participó en el I Curso de Trabajo Social y Gerontología que celebran esta organización y el Colexio Oficial de Traballo Social (COTSG) en Santiago, también alertó de que el edadismo es una discriminación que pasa inadvertida y que es necesario erradicar. Según el especialista, los estereotipos y mitos a lo largo de la historia, sumados a algunos ámbitos de la cultura y la publicidad actuales están construyendo una imagen falsa de la Tercera Edad que perjudica gravemente a este colectivo.

"Es un estereotipo muy difícil de identificar por su gran aceptación social, falta de definición en relación a la estereotipia del lenguaje y la ausencia de herramientas de medición apropiadas y, sin embargo, es sumamente grave, ya forma una imagen social y cultural muy distorsionada de las personas mayores", aseguró.

Según el especialista, la discriminación por edad deriva en la supresión de los derechos más básicos de las personas mayores, en la "justificación y utilización de malas prácticas" e incluso en "maltrato a su atención". Para desterrar estas falsas concepciones, entre las que se encuentra la identificación de vejez con enfermedad, aseguró que es necesario identificarlas, analizarlas y conocerlas.

También se refirió al supuesto desinterés por la sexualidad que se atribuye a las personas mayores, uno de los prejuicios más extendidos, en el que además existe una doble dimensión. "Por un lado, se supone que en la vejez desaparece todo interés por la sexualidad, una falacia, pero además, se refiere a la sexualidad en los mayores como algo pervertido", dijo.

En este sentido, añadió que en una sociedad donde el poder tiende a actuar en base a las demandas sociales, la imagen social que se tenga de la Tercera Edad tiene una importancia capital y aquí aseguró que los medios de comunicación tienen un papel determinante. "No obstante, mucha publicidad refleja y refuerza estos mitos y estereotipos. Por ejemplo, el anciano y el ámbito rural para vender sabiduría, lo tradicional, la serenidad, etcétera enfrentando paradójicamente a mayores obsoletos, anticuados, enfrentados a los avances sociales y ahondando en el conservadurismo, la serenidad, la ausencia de compromiso o la desvinculación, mientras que otros anuncios insisten en la necesidad de cuidados especiales achacados a la edad para vender productos relacionados con enfermedades o problemas físicos, reforzando así mitos como el edadismo o la senelidad", alertó el especialista, que frente a estas ideas afirmó: "Envejecer es algo positivo. Todo el mundo quiere vivir más y llegar a ser muy mayor lo mejor posible".

Esta situación es particularmente influyente y perversa en Galicia, la autonomía más envejecida de España, donde las 661.296 personas mayores de 65 años constituyen el 24,3 por ciento de la población, el porcentaje más alto de todo el Estado, donde la media es del 18,7%, y en la que existe áreas geográficas en Ourense y Lugo en las que este porcentaje alcanza el 32%, por encima incluso de zonas similares de Japón, considerado el país más envejecido del mundo. A esto se suma que en 2015, por primera vez en la historia, el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) ha sido negativo en Galicia.