Más allá de los vídeos de Internet, que ayudan a visualizar los procesos naturales, o de las imágenes del libro de Ciencias do Coñecemento, el alumnado del CEIP Antonio Blanco Rodríguez, del municipio pontevedrés de Covelo, aprende 'in situ' y en primera persona los secretos de la plantación y el cuidado de especies y de la cría de animales. Situado en un entorno rural, con unos 2.500 habitantes en el concello (y alrededor de 500 en el núcleo), la dirección y el claustro del centro educativo ha sabido convertir la desventaja de la pérdida de alumnado, debido a la caída demográfica en los últimos años, en una oportunidad: "teníamos mucho espacio en el colegio y decidimos hacer algo novedoso, que el alumnado pudiese utilizar para aprender".

Esa idea se materializó con un invernadero de 70 metros cuadrados y más de 25 especies distintas y una granja, con estanque incluido, en donde habitan numerosas especies, desde gallinas a patos, conejos, perdices, ocas o faisanes, entre otros. "Nos ayuda mucho el conserje del centro, porque los animales y las plantas necesitan cuidados todo el año. La experiencia es muy gratificante para profesorado y alumnado. Para los maestros es un apoyo para explicar los temas de la manera más real posible y para los pequeños es un modo de hacerse responsables, se implican en el cuidado de las especies, ven su evolución y crecimiento día a día y aprovechan su entorno para un aprendizaje muy enriquecedor", cuenta el director del colegio, Xoán Barbosa Fernández.

Son algo más de cien alumnos en el colegio y el profesorado marca visitas a las instalaciones. "En el invernadero tenemos unos bancales y cada uno de ellos tiene un rótulo o cartel con el nombre del curso. Así, cada clase se hace responsable de su bancal y se implica en el cuidado de las plantas", cuenta el director. "¿Especies? Plantan desde rábanos o patatas hasta lechugas, pimientos o tomates. También hay espacio para plantas ornamentales, tipo petunias", expresa Barbosa. Cada cierto tiempo, o cuando se presenta la oportunidad de hacer un regalo en casa, a los padres o abuelos, cada niño se lleva un tiesto con una planta: "les hace ilusión". El aprendizaje del alumnado en las instalaciones del colegio está integrado en su currículo, de manera que se convierte en apoyo a los contenidos oficiales.

En el apartado de la granja, que sitúa al CEIP de Covelo como uno de los más destacados de Galicia en el aprendizaje de procesos naturales, profesorado y alumnado marcan una especie de calendario para alimentar a los animales. Y se comprometen con dicha actividad, según apuntan los propios profesores. "Se dan cuenta de que las cosas llevan su tiempo, por ejemplo, a la hora de plantar, saben que hay que tener paciencia para ver los resultados, que lleva tiempo, que hay que sacar las malas hierbas y que puede haber circunstancias negativas, como plagas, por ejemplo", comenta Barbosa, que apunta que los animales de la granja ayudan a tener las instalaciones en buen estado.

Además de dar de comer a las numerosas especies que han ido incorporando a lo largo de los últimos años, el profesorado (17 docentes) ha añadido otra función al integrar una incubadora. "En ella depositan huevos de las gallinas y observan el proceso de incubación, con mucha sorpresa porque suele gustarles mucho, y comprueban con el paso de los días cómo rompen los huevos y salen las crías, que incorporan a la granja. Se trata de vivir todo el proceso reproductor pero con un seguimiento diario y realizado por ellos mismos", añade el director del centro, que recuerda que esta diversificación en el centro se inició en 2002.