Los problemas ya conocidos de "El viaje de Arlo", con cambio de director y numerosos vaivenes que atrasaron mucho su realización, se resolvieron por la vía rápida de prescindir de las virtudes de la marca Pixar y aferrarse a los peores defectos del sello Disney. A los pocos meses de deleitar (sobre todo) a grandes y (un poco menos) pequeños con "Del revés", los creadores de "Up!" y demás maravillas del cine de animación se han quitado de encima uno de los más flojos guiones de su trayectoria, sino el peor.

El más ñoño, previsible y blandito con diferencia, con un humor de baratillo, unos personajes sosetes y unas peripecias que se ven venir desde lejos. El patinazo es considerable y es un triste consuelo comprobar que el esfuerzo de los animadores en la creación de una naturaleza que parece real (las mentes malvadas se preguntarán tal vez por qué dibujar algo que se puede fotografías directamente) pierde en una historia del montón embadurnada de azúcar.

Mezclando sin pudor "En busca del valle encantado" y "El libro de la selva", con toques de otras cintas como "El rey León", "El viaje de Arlo" es un paso en falso de la marca Pixar. En todo caso, todo lo escrito es el punto de vista de un adulto que se dirige a adultos. Los niños se divertirán, que es de lo que se trata, ¿verdad, papis?