Manuel González Palmeiro fue uno de los seis supervivientes de la tripulación del "Monte Palomares". Pero nunca más regresó al mar. Fue la petición que le hizo su entonces novia y futura esposa. Desde hace 39 años está emigrado en Canterbury, Australia, y a pesar de la distancia las nuevas tecnologías le permiten mantener el contacto con su familia, sobre todo con su hermana Mari Carmen. La experiencia para él resultó traumática. A su regreso esquivó a los medios de comunicación y durante algunas semanas poco se parecía al hombre fuerte que su familia recordaba.
Después de la tragedia intentó hablar con la familia de José Gil, pero era todavía demasiado pronto para ellos. Ahora se cartea con Ana, un contacto que a ella le ha servido de mucho. "Creo que no éramos conscientes, pero mi madre, mi hermana y yo le teníamos miedo al mar. A raíz de un problema de salud un médico me dijo que debía luchar contra ese miedo y empecé a salir a navegar con compañeros y con Os Galos (la asociación de amigos de las embarcaciones tradicionales de Bueu)", recuerda. Poco a poco Ana Gil se fue enganchando al mundo del mar. Cuando estableció contacto con Manuel González Palmeiro se lo contó, con un cierto sentimiento de miedo y de estar tentando a la suerte. "El mar te da y te quita. A ti ya te quitó bastante, así que si ahora puedes disfrutar del mar hazlo", fue su sabia y reconfortante respuesta.
