AMAIA MAULEÓN | VIGO

Loquillo se mantiene fiel a su imagen de tipo duro. "Es un poco... tajante", advierten a la entrevistadora. Y tajante resulta, aunque también apasionado por su trabajo y con las ideas muy claras. José María Sanz Beltrán (Barcelona, 1960), más conocidos por todos como el Loco, ofrece el próximo 27 de junio (Auditorio Mar de Vigo, 21.30 horas) el primer concierto en la ciudad desde hace nada menos que 25 años y este fin de semana se pasará por Ourense para pisar el escenario del Derrame Rock, cita imprescindible de la temporada de festivales en Galicia. Una ocasión única para ver en directo a la personificación de la rock star española repasando un repertorio plagado de clásicos del rock en castellano, desde El ritmo del garaje hasta Balmoral, que estos días aparecen publicados en el disco El Creyente.

-Hace 25 años que no actúa en Vigo, ¿por qué ha pasado tanto tiempo?

El amor, será.

-¿Amor o desamor?

-¿Qué ocurrió para que lo nuestro no funcionase, de quién fue la culpa? No lo se ni yo; lo cierto es que he estado tocando en toda Galicia y siempre ha sido una sorpresa no venir a Vigo... es algo a estudiar.

-¿Dejó buenos amigos de su paso militar por Vigo?

-Trabé una gran amistad con un chico llamado Julián Hernández que después se hizo muy famoso. Mucho antes de que él montase Siniestro Total. Era el momento del inicio de todo lo que ocurrió después, hace 34 años; yo comía en su casa y él cuando venía a un concierto en Barcelona comía en la mía.

-Será un concierto difícil. ¿Cómo conseguir meter todo este repertorio que no ha venido a tocar en estos más de 20 años?

-Pasado, presente y futuro. Es lo que es uno. Yo lo que no hago nunca es recordar tiempos pasados mejores o peores. Acabo de lanzar el disco El Creyente y voy a presentar eso; yo no hago festivales de los 80, para eso ya hay otra gente que hace esas cosas, yo estoy muy lejos de eso.

-¿Qué tienen los discos grabados en directo?

-Reflejan una etapa y una situación. Yo grabo cada nueve años un disco en directo, porque creo que es el tiempo perfecto que define una época. Ya he hecho tres discos de rock y uno de poesía contemporánea en directo.

-¿Y prepara un nuevo disco?

-Sí, lo grabaré a principios del próximo año. Estamos girando todo este año y después vamos a Latinoamérica y cerraremos el periplo tocando en ciudades europeas; empezaremos en Londres y acabaremos en Roma, más de 80 galas.

-¿En qué crees usted?

-Uno tiene que creer en uno mismo, y tener fe en lo que hace y en su trabajo y, sobre todo, tener muy claro que hay que ser absolutamente individualista. Y en ese sentido trabajo. Tengo fe en el proyecto que llevo adelante desde hace más de 30 años, que entiende que el rock and roll puede cambiarte la vida y darte sentido. Y por eso hoy en día tener una banda de rock es un acto de fe. La liturgia de la religión, cualquiera que sea, se parece mucho a la del rock; es un espectáculo.

-El rockero Alice Cooper afirmó recientemente que el rock actual está "totalmente anémico".

-Que juegue menos al golf y le irá mejor. No hay nada peor que alguien mayor hablando de la gente más joven; y lo digo yo, que tengo 53 años. Jamás se me ocurriría a mí poner en duda a la gente más joven; eso es absurdo. Cada generación tiene sus conceptos musicales y se come la mierda que le toca comerse. Generalizar es absurdo.

-Saber reinventarse también es importante para tener una carrera tan larga como la suya.

-Lo que no hay que perder nunca es la capacidad de sorprenderse y de buscar. Escribes lo que vives y en cierta manera eso define tu camino. Las canciones terminan formando parte del imaginario popular y dejan de ser tuyas en el preciso momento en que las grabas y cada uno después hace la interpretación que mejor le va.

-No es fácil que todas las canciones pervivan en el tiempo...

-Hay canciones que son urgentes e inmediatas y otras que consiguen aguantar ese paso del tiempo. Yo les doy la misma importancia porque las primeras son indispensables en una etapa de tu vida aunque después ya no tengan sentido, pero en ese momento te hacen seguir adelante. En el rock and roll son necesarios el odio y la furia pues son los que te mantienen en pie.

-¿Es posible una nueva forma de entender la cultura, como pide en el manifiesto de su página web?

-La cultura no puede estar sujeta a los pareceres de un gobierno de un color ni de otro. Yo creo que tiene que ser posible que el futuro del arte sea de verdad independiente y dar así independencia a los creadores.

La situación política actual, la abdicación del Rey... ¿algo parece que está cambiando?

Yo no hablo de eso; no puedo.

-¿Desde cuándo Loquillo no habla?

-Desde que en este país la libertad de expresión está puesta en duda. He decidido autocensurarme.

-Supongo que, entonces, tampoco querrá decirme si concibe una Cataluña fuera de España...

-No, no puedo hablar.

-Vaya, pues nada, cambio de tema. Usted, como cinéfilo empedernido, ¿qué piensa de que "8 apellidos vascos" sea la película española más taquillera de la historia?

-A mí me gusta el cine.

-¿?

-Con eso ya te he respondido.

-Dígame una película con la que sí haya disfrutado.

-Me vi "La gran belleza" tres veces seguidas.

-A parte de la música, ¿trabaja en algún otro proyecto ahora mismo?

-Estoy escribiendo la tercera parte de la trilogía sobre la ciudad de Barcelona, que espero que se publique para primavera, y esponsorizo a un equipo local de baloncesto de Donosti, ciudad en la que vivo muy tranquilo con mi familia y con una felicidad absoluta.