A Mike Oldfield nadie le quita de encima "Tubular Bells". Por muchas razones. Una de ellas porque es obra emblemática, sobre todo porque ha sido uno de los cimientos del nacimiento y gloria del millonario Richard Branson. Precisamente y con motivo de los 40 años del nacimiento del sello Virgin hubo celebraciones de todo tipo, también discográficas. Aunque, cierto es, Mike Oldfield consiguió desprenderse lo que pudo del "Tubular Bells" con otras obras muy significativas, obras con voz y menos protagonismo instrumental. Eso sí, siempre manteniendo el ideario. Léase "Moonlight shadow", que fue obra de buen traje y buenas cifras. Así que, en fin, difícil papeleta para Mike Oldfield desligarse de su pasado; en realidad es el sino de estas viejas glorias de la escena pop. Por cierto, la mezcla de argumentos sonoros de Oldfield también le valió para salvar etiquetados a lo largo del tiempo. Sirvió como músico folk, sinfónico, new age y cinematográfico.

Con esos antecedentes tan peligrosos Oldfield regresa con disco nuevo: y lo explica desde su óptica particular, que tiene que ver precisamente con su disco bandera y con los Juegos Olímpicos de Londres: "Que contaran conmigo para la apertura (?) fue muy bueno, porque reafirmó la posición de "Tubular Bells" como un icónico álbum que resiste el paso del tiempo", cuenta en declaraciones facilitadas por la compañía discográfica. Y en la siguiente declaración que adjuntan a los medios ya da explicaciones sobre su nueva iniciativa: "Lo más lógico hubiese sido hacer otro álbum del estilo de "Tubular Bells" para intentar colocarlo lo mejor posible, pero no soy así y el álbum nuevo, "Man on the rocks" , es totalmente vivo, representa un regreso al rock básico", explica Oldfield, que, por cierto, ya facilita la etiqueta en esta ocasión con "rock básico".

Bien con esa declaración de principios de rock básico, Oldfield transmite su idea del álbum. Y vuelve a poner voz, evocando sus experiencias anteriores, sólo que son voces de otro tenor, centradas fundamentalmente en la nueva banda: "The Struts". Quien pone la garganta es Luke Spiller. Aún con todo, prosigue Olfield en sus declaraciones a Universalmusic, evita marcarse objetivos definidos: "No me propuse hacer un álbum, simplemente había cosas dentro de mí que quería expresar en forma de música; es una cuestión totalmente diferente". Y añade: "Tenía todas estas emociones embotelladas y realmente se trataba de eso. Supongo que es como abrir un grifo sin saber exactamente qué va a salir", sentencia Oldfield sobre "Man on the rocks, un álbum que estará en la calle el próximo martes, 4 de marzo, y se publica en todos los formatos posibles (ya sean digitales o físicos). Y en alguna de las ediciones de lujo aparecen versiones instrumentales de las canciones, versiones alternativas y hasta fotos del autor. En fin, lujo total, que es lo que ahora se estila si se quiere lograr clientela en estos tiempos que corren.