El curso universitario acaba de arrancar en Brasil con adelanto para que las clases no coincidan con el Mundial de Fútbol que se celebra entre mediados de junio y julio. "Los profesores y estudiantes están bastante indignados, no lo entienden y está habiendo bastante caos porque quieren acelerarlo todo", relata Patricia Taladriz (Lalín, 1982) desde Campinas, en el estado de São Paulo, donde realiza una estancia de investigación con una beca FAPESP, el mejor programa de ayudas del país. Aunque ya ha disfrutado de los primeros desfiles de Carnaval de las escuelas de samba, esta doctora en Química, que añora como nunca las filloas de su madre, no vivirá en directo la otra gran fiesta de los brasileños, los partidos de la Canarinha, ya que aprovechará esas fechas para volver a Galicia de vacaciones.

Campinas es la segunda mejor institución de Educación Superior del país -realiza el 15% de toda la investigación universitaria y es líder en patentes-, lo que la sitúa también entre las primeras de toda América Latina. Patricia se incorporó en septiembre al grupo de Marcelo Ganzarolli para desarrollar un proyecto en biomateriales: "La experiencia está siendo muy buena. Es la mejor elección profesional que podía haber hecho. El nivel tecnológico es altísimo y tenemos la suerte de contar con un acelerador de partículas para hacer mediciones, que además es el único de Latinoamérica".

De hecho, el Gobierno ya prepara su segundo acelerador, el Sirius, que incluso superará en tamaño al del CERN europeo. "Brasil está emergiendo mucho en investigación y dedica muchísimo dinero", apunta. También la industria ha interiorizado la fórmula para avanzar a partir del conocimiento: "Solo llevo 6 meses aquí y ya me han visitado en el laboratorio la empresa de biomateriales Rhodia y una farmacéutica. Nunca vi esto en la Universidad de Vigo, aquí vienen, escuchan tus propuestas y asumen el riesgo de invertir".

Patricia continúa trabajando en el ámbito de su tesis, el diseño de biomateriales para la liberación controlada de óxido nítrico (NO), aunque con una vertiente más aplicada. "Es una molécula que produce el ser humano y que está implicada en muchas funciones biológicas, lo que la hace muy interesante. Tiene propiedades vasodilatadoras, por eso la contiene el Viagra, y también cicatrizantes. Recientemente se ha descubierto además que está implicada en el alzheimer y el parkinson", destaca.

La química gallega utiliza polímeros e hidrogeles capaces de liberar NO en la piel de ratones cuando se exponen a la luz o por acción térmica. "Con los polímeros fabricamos films y los hidrogeles los aplicamos en las patas de los animales para estudiar su acción cicatrizante y también su respuesta a un estímulo de dolor. Comprobamos si lo siente en menor grado".

Patricia pertenecía al grupo que Liz Marzán dirigía en Vigo antes de "fichar" por el País Vasco. "Aquí todos lo conocen, hace poco se celebró un curso de microscopía al que vino gente de fuera y se utilizaron ejemplos e imágenes de sus estudios. Cuando dices que trabajaste con él se te abren las puertas", agradece.

Ella y otros dos compañeros del grupo que también se encuentran en centros extranjeros de primer nivel -Sara Abalde y Sergio Gómez- compartieron desde la diáspora la ilusión de recibir el premio extraordinario de doctorado de la institución olívica.

"Leo el periódico y cada vez el panorama es más negro. Aún así, espero volver. Pero quiero hacerlo en buenas condiciones. Los tres siempre soñamos y nos reímos juntos diciendo que vamos a ganar dinero para montar una empresa y así poder regresar. Ya tenemos hasta los puestos adjudicados", revela divertida.

El problema es que, mientras tanto, el resto de economías seguirán creciendo y naciones emergentes como Brasil acabarán por superarnos: "Me da pena, porque todo lo que sé me lo enseñaron en Vigo y al llegar aquí tuve que firmar un papel con el compromiso de que todo lo que descubriese sería para el país. Mis compañeros me preguntan cómo nos dejan escapar, aquí somos bien considerados".

Sus colegas del Instituto de Química la han arropado desde su llegada -"Como estoy sozinha me cuidan mucho"- y con ellos comparte noches de música en directo y chops de cerveza. También ha aprovechado para hacer turismo -"El litoral me pareció espectacular, es un país paradisíaco"- y se ha integrado en un grupo de triatlón, el deporte al que es aficionada.

"Les enseño imágenes de los paisajes gallegos por los que andaba en bicicleta y les encanta, todos quieren visitarlos, pero yo me paso los vídeos llorando. Y eso que era la más fuerte de los tres", admite entre risas, acordándose de sus compañeros en el exilio.