La solidaridad no tiene edad y traspasa fronteras. Ana Isabel, Luisa Fernanda, Catalina, Iria,Maite yAlfonso dan buena muestra de ello. Desde el pasado 12 de mayo y hasta el próximo domingo 9 de junio, estos seis gallegos, con edades comprendidas entre los 50 y los 70 años, se encuentran en Bergen (Noruega), colaborando en tres residencias de mayores de esa ciudad, ayudando al personal y a los voluntarios locales en las actividades diarias y atendiendo a los residentes. Han recorrido los más de 3.300 kilómetros que separan Galicia del país escandinavo para participar en el proyecto de voluntariado europeo para seniors Still Being Active, una iniciativa puesta en marcha por la Dirección Xeral de Xuventude e Voluntariado de la Consellería de Traballo e Benestar y el Consejo del Condado de Hordaland, y cofinanciada por el Programa de Aprendizaje Permanente de la Comisión Europea, cuyo objetivo principal es "animar a los mayores de 50 años a servir a la comunidad como voluntarios y desarrollar su conocimiento dentro de un proyecto intercultural", indican desde Traballo e Benestar.

Ana Isabel y Luisa Fernanda colaboran en el Ovsttunheimen Nursing Home, un centro donde conviven 74 mayores; Catalina e Iria, en el Sone Solheim, también con 74 residentes; y Maite y Alfonso, en el Gullstoltunet Nursing Home, con 90. Cada uno de estos centros se encuentran situados "en un punto de la ciudad" de Bergen, pero, tal y como reconocen los voluntarios gallegos, "todos tienen un denominador común": "una organización eficaz" y la "generosa acogida" que les han dado.

El principal cometido de estos seis gallegos durante su estancia en Bergen es observar la labor que realizan voluntarios de esa ciudad noruega en el ámbito de la atención a personas mayores y dependientes. "El trabajo que realizamos en la residencia es muy agradable y gratificante", explica Iria de Asla, de 69 años y vecina de la localidad coruñesa de Vedra, quien asegura que el balance de las tres últimas semanas es tan bueno que "repetiría, sin duda". Una opinión generalizada entre sus compañeros. "La experiencia está siendo maravillosa. El tiempo que llevamos aquí se nos ha pasado volando. Cada día que pasa, no dejamos de sorprendernos de lo intenso y especial que es todo lo que estamos haciendo", añadeAna Isabel Prol, de 50 años y natural de O Grove, en Pontevedra.

Además del trabajo que desarrollan cada mañana en los centros que les han asignado, Ana Isabel, Iria, Catalina, Luisa Fernanda, Maite yAlfonso dedican también parte de su tiempo a convivir con otros voluntarios que trabajan en Bergen, concretamente, en el Vitalitetsenteret Frivillighetssentral. "Nos dan clases de noruego e inglés, y nos enseñan la ciudad. Además, a través de ellos hemos tenido también la oportunidad de compartir una tarde con un grupo de mujeres de la India, Nepal, Siria, Sri Lanka?", explica Iria.

Las circunstancias personales de cada uno de ellos son diferentes -unos trabajan, otros están desempleados o jubilados...-, pero a la hora de explicar qué les impulsó a participar en el programa de voluntariado sénior de la Consellería de Traballo e Benestar, estos seis gallegos lo tienen claro: fundamentalmente, sus ansias de ayudar a los demás, pero también poder conocer, en primera persona, cómo trabajan los voluntarios noruegos.

"La política social aquí es muy buena.Cuentan con una red de voluntariado local muy potente", señala Maite Fernández, viguesa de 52 años. "La gente se implica muchísimo para facilitar la vida a quienes acaban de llegar", añade Catalina Marcos, pontevedresa de 53.

Faltan siete días para que Ana Isabel, Iria,Catalina, Luisa Fernanda,Maite yAlfonso regresen a casa, pero ya reconocen que las cuatro semanas enBergen se les han "quedado cortas".