La psicóloga Mª Jesús Álava Reyes subrayó ayer en el Club Faro la importancia de instruir a los niños en el razonamiento, para que de mayores sean personas difícilmente manipulables y acostumbradas a superar las dificultades de la vida. "Hay que enseñar a pensar -recalcó-, es vital para ellos y para nosotros. Debemos enseñarles a razonar, a observar, a vivir, y eso requiere paciencia y tiempo, sobre todo cuando son pequeños", dijo.

Presentada por Ana Estévez, directora de Enfermería del Complejo Hospitalario de Vigo, Mª Jesús Álava dio pautas para "enseñar con libertad y compromiso", directrices que expone en su último libro, "La buena educación". La pedagoga Susana Aldecoa, hija de la escritora Josefina Aldecoa, es la coautora de este volumen y la actual directora del Colegio Estilo, centro madrileño que fundó su madre en 1959 inspirándose en los principios de la Institución Libre de Enseñanza. Mª Jesús Álava puso a este colegio de infantil y primaria como ejemplo de lo que debe ser la buena educación: estímulo de la creatividad y del espíritu crítico, respeto al desarrollo armónico de la personalidad de cada niño, contacto constante entre profesores y padres y un amplio programa de actividades complementarias, como la música, el ajedrez, el teatro, la literatura, la historia de las religiones y el chino mandarín, entre otras.

Para la psicóloga, con más de treinta años de experiencia y una veintena de libros publicados, la "buena educación" se fundamenta en varios pilares, entre los que se incluyen dichas actividades complementarias y el fomento de la generosidad, la ayuda mutua y la tolerancia. Insistió en la importancia de "estimular el espíritu crítico y el interés por contrastar la información" para evitar "jóvenes manipulables" y fomentar "el respeto a la naturaleza y a las peculiaridades de los demás". Recordó que los alumnos del Colegio Estilo tienen una asignatura de debate, "para acostumbrarles a pensar, a razonar y a defender sus argumentos".

Excelencia

La autora de libros como "Amar sin sufrir" y "El NO también ayuda a crecer", y de cuya obra se han vendido más de 250.000 ejemplares, dijo que la educación en la excelencia pasa por potenciar la riqueza intelectual y humanística y por educar en la libertad, siempre con la responsabilidad como contrapartida. "Así será un adulto libre y feliz en el día de mañana", destacó.

Defendió una relación entre profesores y alumnos basada en el respeto y en el afecto, y regida por tres pautras: fomentar el buen gusto cultural de los alumnos, dotarles de una escala de valores y priorizar el buen estado emocional y afectivo de los niños.

En cuanto a la disciplina, señaló que es uno de los factores fundamentales de la educación. En concreto, habló de "autodisciplina" y de "disciplina razonada": para la psicóloga, inculcar disciplina de manera razonada, argumentada y no arbitraria conducirá a que el niño adquiera el hábito de la autodisciplina, lo que contribuirá al logro de la buena eduación más sólida y profunda.

Resaltó la importancia de la memoria, ya que "fija los conceptos y encaja la estructura cognitiva", y recordó que "las pedagogías que desprecian el esfuerzo han demostrado ser un auténtico fracaso".

También vinculó al buen aprendizaje la curiosidad y la creatividad, siempre "tutelada y orientada, nunca impuesta".

Edades tempranas

Mª Jesús Álava subrayó que, aunque la edad más conflictiva está entre los 13 y los 16 años, "los problemas se generan antes de la adolescencia", e indicó que gran parte de esos adolescentes conflictivos "pasaron poco tiempo con sus padres cuando eran pequeños, tuvieron poco diálogo con ellos". Recordó que "nadie puede hacer por nosotros la función de padres".

Explicó que a los 5 o 6 años "ya se ve para qué va a servir un chico, y a los 16 ya puede ser demasiado tarde". - ilustró su argumentación con un ejemplo de la vida real: "Le dijimos a los padres de un niño de cinco años que su hijo tenía una gran sensibilidad para la música. El padre era ingeniero y quería esa profesión para su hijo, pero se sacrificó. Hoy aquel niño tiene 33 años y es director de una orquesta filarmónica en Austria".