"Las relaciones de Don Juan con su hijo, el rey Juan Carlos, fueron muy conflictivas en lo político pero también en lo personal, desde el desgraciado accidente en que éste hirió de muerte a su hermano", dijo ayer en el Club FARO el periodista y escritor José García Abad en una charla sobre "Lo que nadie contó sobre el padre del Rey".

Presentado y entrevistado por la periodista Lucía Trillo, sostiene el presidente del Grupo Nuevo Lunes que Don Juan tuvo un resentimiento profundo contra su hijo Juan Carlos, sobre todo porque éste no le consulta. Cuando Franco le ofrece ser sucesor a título de rey a don Juan Carlos, él le pide a Franco le deje consultarlo con su padre. Franco le dice que lo decida en ese momento. Juan Carlos lo acepta. Don Juan consideró que eso era una traición.

García Abad, que acaba de publicar en La Esfera de lo Libros "Don Juan. Náufrago de su destino", narró cómo ocurrió la muerte de Alfonso, hermano del Rey. "Se dice que la pistola con la que Juan Carlos mata a su hermano se la había regalado Franco. Se cuenta que el arma estaba encerrada bajo llave y que como estaba lloviendo y se aburrían, pues convencen a Doña María de que les abra el armario; forcejean los dos jugando y de ahí que el tiro tenga una trayectoria rarísima, que pasa por los bordes de la pared y acaba en la cabeza de Alfonsito".

Dos reyes en España

El veterano periodista afirma que en 1975 existen dos cortes en España, cuando vuelve a España Don Juan y, mientras ella se va a vivir con los Duques de Badajoz, él se niega y prefiere quedarse en la casa del Conde de los Gaitanes, en La Moraleja. "Existe un bienio hasta que Don Juan renuncia a sus derechos dinásticos -afirma-, en que hay dos reyes en España. Hay un rey de hecho y legitimado por las cortes constituyentes, que es don Juan Carlos, y hay un rey que aceptan muchos monárquicos y es al que le corresponde la corona por ser el heredero de Alfonso XIII, que es don Juan. Don Juan sigue dando audiencias, sigue teniendo una casa real, su propia corte, que él considera la de Juan III, al tiempo que está Juan Carlos I de España. Es en ese período, que es interesantísimo, donde cuento las relaciones entre ambos".

Políticamente hablando, hubo según García Abad muchas relaciones tirantes con don Juan, entre ellas con Adolfo Suárez. "Son los momentos de la transición. Los militares estaban muy pendientes si Juan Carlos iba a seguir la trayectoria de Franco o no. Suárez administró esta situación muy delicada para tratar de ir hacia la democracia sin generar un golpe de Estado y la presencia de don Juan reclamando sus derechos aportaba más inestabilidad. Suárez quería afianzar la legitimidad de don Juan Carlos como rey y el propio padre disputándole el trono, lo que hacía era generar más problemas . Sobre eso cuento anécdotas interesantes. Una de ellas, estando don Juan en La Zarzuela, con su hijo y con Suárez, Suárez presume y dice: "De Franco ya no queda nada". Don Juan le responde: "No es verdad. Quedáis tú y tú", refiriéndose a Suárez y a su hijo Juan Carlos".

De Don Juan dice García Abad que era un hombre amante de lo lúdico, divertido, "pero no tenía que ver con esa imagen de vicioso que le quiso dar para desacreditarle el régimen de Franco. Fue como su hijo gente simpática, sencilla, abierto en el amor a las mujeres, pero asumió responsabilidades importantes y su vida está esa otra vertiente de rey sin corona. No reinó hasta su muerte, cuando ocupó su tumba en El Escorial como Juan III. Hijo de rey y padre de rey pero jamás monarca".

Contó el periodista, a solicitud de Lucía Trillo, que él pensaba que era una persona conflictiva políticamente en vida y lo podía ser tras su muerte. "La prueba de eso es que don Juan compra su propia tumba en el monasterio de Poblet. En el libro viene una fotografía del rey delante de su propia tumba, la que él manda a hacer. Esa es la mayor prueba de que él no esperaba para nada ser enterrado en El Escorial, en el sentido estricto no tendría derecho. Esa fue una decisión de Juan Carlos, yo creo que por la mala conciencia por lo mal que trató su padre, no sólo por usurparle la corona sino por el abandono al que le sometió durante su reinado, porque durante un período don Juan no tuvo ninguna representación, ni coche, ni ayudantes, ni un lugar protocolario alguno".