"Galicia es con diferencia la autonomía del reino de España más europeísta. Incluso se podría decir que todas las demás son antieuropeístas o que lo son dudosamente; habría que matizar, pero desde luego Galicia destaca muy por encima de las demás en ese interés". Es el mensaje que transmitió ayer en la Semana Galega de Filosofía el catedrático de Opinión Pública de la Universidad Complutense, Fermín Bouza Álvarez.

Éste fue el encargado de analizar el tema de "Europa en la opinión pública" e insistió en que el europeísmo gallego entronca con especificidades, a la cabeza el Camino de Santiago. Esa ruta "es la que construye aquí la idea de Europa", señaló, "hoy en día siguen encontrándose en las arcas de las aldeas cosas relativas al Camino de Santiago, reliquias algunas de ellas, de modo que hubo un contagio real de la población o de una parte de ella" con el itinerario jacobeo. "Por ahí venía Europa y Santiago contribuyó a la construcción simbólica de Europa y eso dejó huella en Galicia".

Este europeísmo ha menguado desde el arranque de la crisis, pero menos que en otras zonas de España o de la Unión Europea. "Las encuestas son tremendas desde entonces, se puede hablar por las respuestas de gente muy poco apegada a la idea de europea", indica el experto a propósito de la satisfacción de la población europea en general con la UE.

"Hubo una desafección total de Europa, no tenemos encuestas muy recientes pero desde 2009 los resultados son horribles, se ve que la crisis empieza a operar realmente de forma aguda, los resultados son mucho peores que años antes, bastante peores. A mi siempre me pareció raro que el reino de España fuese un reino europeísta, porque no lo es ninguno de Europa la verdad, salvo los del Este ahora, que miran a Europa como salvación", indicó el ponente.

"Los alemanes hicieron un montón de intentos de construir Europa por la fuerza, ahora están desarmados, porque están convencidos de que son realmente Europa y si los demás son unos vagos (y ellos están convencidos de eso) hay que ponerlos a funcionar. Esta política conservadora de Merkel responde a esos conceptos: no había necesidad de generar una crisis así si Europa funcionara realmente como Alemania creíamos que quería que funcionara, pero no era verdad, Alemania estaba esperando las circunstancias adecuadas para incrementar la angustia". ¿Por qué alimenta Alemania la presión? "Porque le va mejor", subraya Fermín Bouza Álvarez, "a ellos los convierte en jefes indiscutibles de la economía europea, por eso con Alemania tenemos un problema muy serio".

Destaca la eficiencia de la economía alemana ("casi tan potente como la americana", recordó) en un escenario en el que los mercados le son hostiles. "Norteamérica no tiene problemas de mercados, Alemania si, y la tentación de invadir esos mercados, liquidar fronteras como en la salida de la Edad Media, acabar con los aranceles e imponer un territorio único bajo mando alemán ha sido su tentación histórica desde hace siglos. Y siguen insistiendo en eso, están usando la economía como arma de guerra".

La única salida clara que observa Fermín Bouza Álvarez es el cambio de las políticas europeas. "Eso solo lo puede hacer la alternativa europea, la única posible, que es la socialdemocracia con el apoyo de la izquierda un poco más radical, es decir que gane Hollande en Francia y el candidato del SPD en Alemania, las encuestas le son favorables a ambos. Si esta posibilidad se consolida habría políticas más flexibles del pago de deudas y de reducción de déficits, porque el problema es de plazos, se puede ir a la reducción de la deuda sin necesidad de crearnos nuevas angustias ¿Quién nos echa encima los mercados de deudas? No es algo espontáneo como dicen, hay una parte en la que se ve claramente alguna mano que está empujando estos mercados un poco más de lo que ellos harían si fuese una situación espontánea".

Insistió en que en Europa no existe una idea de Europa. La intervención de Fermín Bouza Álvarez se produjo en una intensa jornada en la que Antonio García-Santesmases habló de la encrucijada europea y la crisis de la democracia. El ponente analizó al detalle las causas, materiales e ideológicas, que explican la deriva política y social de los países europeos desde el primer tercio del siglo XX y asegura que el triunfo actual del neoliberalismo "y su imposición social, económica y política, vuelve a provocar la respuesta de una población que no está dispuesta o continúa la lucha desde otro punto ideológico, desde otra perspectiva de lo que debe ser una sociedad y como ha de gestionarse, a saber, prescindir de un darwinismo social cuyas pautas son definidas por una oligarquía, prescindir, en definitiva, de una verticalización socioeconómica ilegítima". La jornada concluyó con la intervención de Carlos Berzosa, exrector de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en la economía de los países en desarrollo.