Su formación aúna dos dimensiones, el Siglo de Oro español –en especial, Cervantes– y la literatura infantil. Un mundo rico y heterogéneo que se refleja en la forma de vida de esta incansable viguesa que trabaja como investigadora en la Universidad de Coimbra y cruza cada fin de semana la frontera para ocuparse de la librería que abrió hace casi dos años con su madre. Eso si no se encuentra de viaje hacia algún rincón del mundo –en noviembre impartió una conferencia en Oxford y este año ha visitado ya el campus de São Paulo– para compartir sus conocimientos. Y en este breve resumen de su actividad todavía faltaría espacio para señalar los artículos científicos publicados, los libros editados, las asociaciones de las que forma parte y los congresos que ha organizado o que tiene en cartera, entre ellos, el de Jóvenes Doctores en Hispanismo.

Allá donde va, Alexia Dotras (Maracaibo, 1978) reivindica la Universidad de Vigo, donde obtuvo su doctorado europeo en Filología Española, uno de los primeros de la institución, y también se licenció en Gallego. Las clases del catedrático y presidente de la Asociación de Cervantistas, José Montero, despertaron su interés por El Quijote como "principio de la novela contemporánea" y sus primeros esfuerzos investigadores ya lograron un premio nacional: "Nos generó esa ilusión y siempre nos busca para hacer trabajos".

Fiel a su mentalidad "realista", Alexia empezó a dar clases en la Escuela de Magisterio mientras realizaba su tesis sobre los trabajos cervantinos de Salvador de Madariaga. Fue formando a los futuros profesores cuando descubrió el libro ilustrado y cursó un máster de Literatura Infantil de la Universidad de Castilla-La Mancha. Y así surgió una conexión investigadora entre ambos campos: "Cualquier autor clásico puede ser de lectura infantil, pero antes tiene que entenderlos el docente. Yo tengo recursos para extraer textos de El Quijote que los niños entienden y con los que se divierten. Y lo mismo con adolescentes o universitarios. Se tiende a pensar que las obras clásicas son aburridas y moralistas, pero en esas épocas también se escribían textos de entretenimiento como éste".

Incluso sus alumnas de doctorado en lengua y literatura de Coimbra descubrieron la obra de Cervantes gracias a ella: "Me decían que era más tierno y divertido de lo que creían", comenta.

La colaboración con la universidad portuguesa, en concreto, con su Centro de Literatura Portuguesa , se inició mientras ultimaba su tesis y todavía daba clases de magisterio en Vigo. En 2005 organizó una exposición bibliográfica con motivo del Año Cervantes y tres años después ganaba una plaza para doctores dentro de una convocatoria del Gobierno portugués.

Alexia tiene acceso a las joyas conservadas en la Biblioteca Joanina, que data de comienzos del siglo XVIII, entre ellas primeras ediciones del Siglo de Oro español, incluidas casi todas las de Lope de Vega, y muchos "tesoros" aún por descubrir. "Acabo de publicar un artículo con Aurelio Vargas sobre un panfleto político del siglo XVII en el que, para reafirmar la identidad portuguesa, el autor hace ver que don Quijote se avergüenza de ser español. Coimbra, Lisboa y la Biblioteca Nacional de Madrid tienen dos ejemplares cada una, pero nadie sabía que también estaban aquí hasta que los encontré en 2005", relata.

La experta viguesa, que se preocupa de dar a conocer esta riqueza a sus alumnos y los implica en trabajos relacionados con los valiosos fondos de la Biblioteca, estudia ahora mismo los papeles personales legados por Carolina Michaëlis de Vasconcellos a la universidad portuguesa. "Se carteaba con Menéndez Pelayo, Américo Castro o Manuel Murguía. Fue una gran romanista y la primera mujer profesora en Coimbra", destaca.

Alexia continuará con sus actuales líneas de investigación en la Escuela Superior de Educación de Bragança, adonde se trasladará en breve tras obtener otra plaza como profesora. Le encanta la alta calidad de vida que puede llevar en el país vecino a pesar de la crisis. "Si organizasen la economía, sería el paraíso. Tiene sol, buena gastronomía y patrimonio. A veces la jerarquía es un obstáculo y ciertas costumbres pueden resultar rancias, pero a cambio también agradeces lo educados que son y el gusto por la tradición", equilibra.

Más cerca de la frontera

Su nueva plaza la acerca más a la frontera con Galicia y a su librería, Peles Guedellas, un juego de palabras con el sobrenombre de su padre a modo de homenaje. Especializada en libro ilustrado y literatura infantil, a su acogedor espacio acuden muchos profesores para recibir formación –Alexia también acude a los colegios– y recabar ideas en las sesiones de cuentacuentos.

Los padres encuentran en sus anaqueles libros para leer a sus hijos y disfrutar juntos. Y ésta es precisamente una de las razones de la existencia de unas humanidades hoy infravaloradas: "Cuando alguien me pregunta para qué valen le digo que sin ellas no existiría, porque no tendría ni memoria ni futuro. Pero tampoco disfrutaría de un entretenimiento riguroso porque no habría museos ni catedrales que visitar ni se podría entender El Quijote. Sin docentes ni investigadores en esta ramas el mundo se caería".