No es raro encontrarse por estas fechas en céntricas calles de Madrid a jóvenes universitarias llegadas de otras comunidades con la ropa interior puesta por encima, con carteles que piden un tartazo para su cara mientras hacen bailes estrafalarios. Desde ser restregados con harina, huevos y aceite, a forzar a los novatos a beber de rodillas con un embudo en la boca por el que descienden ginebra o vodka, directos a la garganta. Empieza el curso y las novatadas vuelven a estar a la orden del día. En España, los más afectados son los estudiantes de colegios mayores y residencias.

Pese a que desde el punto de vista formal y con la ley en la mano, están prohibidas, muchos universitarios admiten que se han visto envueltos en este tipo de rituales. Y muchos jóvenes universitarios gallegos entran cada año en caros colegios mayores en los que las novatadas forman parte de la tradición.

Por eso, veinte profesionales de distintos sectores –algunos de la Educación– firmarán mañana el acta fundacional de la primera Asociación contra las novatadas universitarias. Nace en A Coruña y ya cuenta con el respaldo de medio centenar de personas senbilizadas con el "maltrato entre universitarios"y cuyo ámbito de actuación será estatal. Desde la futura asociación sostienen que en la mayoría de los casos, estas novatadas y ritos de iniciación "pueden conceptualizarse como actos de maltrato" e incluso ser constitutivos de delito. Consideran que producen un sufrimiento innecesaro y –generalmente silencioso y soterrado– en muchos de los llamados "novatos". También denuncian que se celebren dentro de recintos universitarios.

En Galicia, donde la comunidad universitaria por excelencia se sitúa en Santiago, se hacen novatadas prácticamente en todos los colegios mayores y residencias. Aunque la crueldad de los veteranos es mayor en unos que en otros, los casos denunciados son anecdóticos.

Dentro de unos días se cumplirá un año de uno de los capítulos más polémicos ocurrido recientemente y que protagonizaron dos vigueses en un colegio mayor de Madrid. Tal y com recogió este diario en una información de S.Penelas, dos estudiantes procedentes de Vigo denunciaron ante la Complutense al colegio mayor Mendel por novatadas "vejatorias" por parte de veteranos, como beber aceite, vinagre y champú, en ocubre de 2010. Varios medios de comunicación se hicieron eco aquellos días a nivel de España de la denuncia, que acabó con la expulsión de cuatro estudiantes mientras se investigaban los hechos. El rectorado recordó que no tolera las novatadas. Sin embargo, muchos estudiantes silenciaron y restaron importancia a este tipo de sucesos, que pueden llegar a considerar divertidos. Según pudo saber este periódico, ese suceso acabó con la expulsión de un estudiante. Otras fuentes señalaron que uno de los agredidos se fue del colegio mayor.

"Cuanto investigas y empiezas a sumergirte en el tema, te horrorizas. Es una ´tradición´ muy arraigada y no se considera un problema, por lo general. Hasta que pase algo grave", reflexiona una de las fundadoras y psicóloga, Loreto González-Dopeso. La asocación considera que, al incumplirse las leyes en vigor, "hay que frenar una serie de actos que denigran y deshumanizan a quienes lo hacen y lo padecen". La promoción de estudios "serios" y objetivos sobre este ámbio, la exigencia a las autoridades políticas y académicas de mecanismos de vigilancia y control y el apoyo psicológico y legal a los chicos son parte de las metas de este colectivo, que brinda a los padres una vía de comunicación a través del correo electrónico nomasnovatadas@hotmail.es.

En ciudades como Cáceres, por ejemplo, la semana de las novatadas se encuentra totalmente asumida e integrada en las celebraciones, con lugares públicos de reunión. Mientras, la Complutense envia circulares a todos sus colegios mayores –propios y adscritos– recordando las normas contra las novatadas. Se insta a "detectar", "erradicar" y "prevenir" estas prácticas "contrarias al principio de igualdad real o a la dignidad, el respeto a la intimidad o a cualquier otro derecho fundamental". Pese a todo, las novatadas están en el campus a diario.

Y no es una cuestión exclusiva. En Reino Unido, ha saltado varias veces a la palestra: En la prestigiosa Universidad de Cambridge se abrió una investigación el pasado curso después de que estudiantes de primer año fueran obligados a comer peces de colores vivos.En Oxford dos novatas simularon hacer sexo oral con plátanos para ganar votos en unas elecciones estudiantiles.