Es discípulo, fue amigo y se ha convertido en el último alumno vivo del compositor alemán Carl Orff, famoso por su cantata Carmina Burana. Cogiendo su testigo, el pedagogo musical Jos Wuytack, hizo carrera internacional como divulgador de su enseñanza. Cincuenta países después del inicio de su periplo, la bibliografía de títulos de su obra didáctica -dirigida a profesores de música- ocupa dos páginas de texto e incluye el castellano. El sistema que propone es una alternativa al solfeo tradicional e incluye música que se puede ver, como sus “musicogramas”. Ayer culminó un nuevo curso en Vigo de Pedagogía Musical, pero visita la ciudad desde que en 1973 fue llamado por el vigués Hipólito Rivas de la Asociación Wuytack. El belga imparte responde a esta entrevista descalzo, con una camisa estampada de iolines y su amuleto de Hawai en el cuello.

-¿Qué es lo más importante de la música en la educación?

-La expresión verbal, los coros, el teatro son la primera expresión musical. Que todo el mundo toque y el movimiento, son lo más importante. En Europa hemos olvidado una cosa: para nosotros la música es solo cantar y tocar. Hemos olvidado la expresión corporal y verbal en la educación musical. Existe el ballet, pero es artificial. Tiene que haber danza natural, un movimiento.-Resuma su mensaje a los profesores de música en una frase.

-Debemos hacer la música con actividad, creatividad y en comunidad. Son palabras muy importantes para la educación musical, porque además del timbre y la forma, hay que hacerlo con expresión corporal y verbal.

-Viene a España desde 1973, ¿Cómo ve a los jóvenes hoy ?

-La calidad de los participantes en los cursos es mucho mejor que hace veinte años. Tienen más musicalidad y todos tienen realmente interés. Es más difícil la disciplina, porque hay otra mentalidad y sí, los alumnos son menos disciplinados.

- ¿En qué consisten sus canciones con gestos para niños?

-Es una idea que parte de lo mismo. Debemos de movernos, cantar y tocar en la clase. Pero yo adapté la enseñanza a las clases en general, no para profesores del conservatorio o alumnos de escuelas de música. No todos los niños saben música o son músicos y no todos saber leerla. He compuesto canciones con gestos y con un juego intelectual en cinco idiomas.

-¿Cómo conoció a Carl Orff?

-Comencé en 1958 mis estudios en Bélgica con un profesor que era amigo de Orff y me enseñó todos sus principios; luego él me introdujo en sus clases en 1962. Inmediatamente cuando me lo presentó, tuvimos muy buenas sensaciones. Mi profesor comenzó la publicación de Orff-Schulwerk [obra de Carl Orff para escolares]. Cuando él se murió, yo seguí trabajando en este sistema. Orff me pidió que hiciese la publicación en francés. El propio Orff en su casa discutió conmigo las correcciones de las partituras. Y luego me pidió que propagase su sistema en África, donde existía el Instituto Goethe; estuve en Argelia, Camerún, Túnez, Costa de Marfil y Marruecos...

-Perdóneme la comparación, pero confió en usted para expandir su sistema como un misionero.

-Lo más importante es que en 1968, Orff me hizo la proposición de dar un curso a Toronto, Canadá. Después me pidió colaborar en la grabación de dos discos de música poética.

-Ya que impartió clase en países de todo el mundo, ¿qué diferencias culturales existen a la hora de percibir la música?

-He estado en 51 países diferentes. Puedo decir que los europeos están entusiasmados con la intelectualidad, los americanos son más rígidos y su mentalidad está en hacerlo todo bien para lograr éxitos y extremo Oriente es lo mejor, porque quieren la musicalidad perfecta, con mucho esfuerzo. Buscan la perfección. El sistema Orff es universal y funciona de la misma manera. Los instrumentos se han buscado en culturas diferentes, el carrión viene de Europa, los metalófonos vienen de Oriente y los xilófonos de África, aunque la percusión es de América Latina.

-La Fundación de Múnich le concedió la Medalla de oro en 1996 por sus méritos científicos y pedagógicos, ¿qué sintió?

-Estoy muy contento por el reconocimiento, porque fueron más de 1.500 cursos impartidos.