El Vaticano enviará una circular a todas las conferencias episcopales del mundo con las guías para afrontar, de manera "coordinada y eficaz", los casos de curas pederastas y reiteró la necesidad de denunciarlos a las autoridades civiles.

El anuncio lo hizo el cardenal William Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante la reunión que mantuvo ayer el Papa con 150 purpurados de todo el mundo, llegados al Vaticano para el consistorio de este fin de semana, en el que Benedicto XVI nombrará 24 nuevos "príncipes de la Iglesia".

En la reunión, el Papa y los cardenales "reflexionaron", según el Vaticano, sobre los casos de sacerdotes pederastas, la situación de la libertad religiosa en el mundo y la apertura de la Iglesia católica a los anglicanos que quieran volver a Roma.

Levada informó a los otros miembros del Colegio Cardenalicio de la puesta al día del Código de Derecho Canónico sobre el delito de abusos sexuales contra menores y reiteró la necesidad de una "mayor tutela" de los obispos hacia sus fieles.

El purpurado jefe del ex Santo Oficio insistió en la necesidad de "escuchar y acoger" a las víctimas y de colaborar con las autoridades civiles, así como de "un mayor compromiso de protección a los niños y jóvenes", destacó el Vaticano.

En la misma línea ya expuesta por el Papa, Levada pidió a los prelados una "cuidadosa selección y formación" de los futuros sacerdotes y religiosos.

Esta ha sido la primera vez que un número tan elevado de cardenales ha analizado junto al Papa los escándalos de clérigos pederastas desde que se conocieran el pasado año los informes "Ryan" y "Murphy", que desvelaron que durante décadas centenares de niños irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país, sobre todo en la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004.

En los últimos meses se conocieron asimismo otros casos de abusos por parte de clérigos hacia menores en Estados Unidos, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Reino Unido e Italia.

Benedicto XVI ha pedido perdón en varias ocasiones por estos abusos a las víctimas, se ha reunido con algunas de ellas en EEUU, Australia, Malta y Reino Unido y ha dicho que los culpables deberán responder ante Dios y las leyes civiles.

El Papa Ratzinger, en su línea de "tolerancia cero" contra la pederastia, ha afirmado que "el perdón no sustituye a la justicia" y que estos casos evidencian que la "mayor amenaza para la Iglesia no viene de fuera, de enemigos externos, sino de su interior", de los pecados que existen en ella.

En esa "vuelta de tuerca" contra los clérigos pederastas, el pasado mes de julio el Vaticano aprobó nuevas y más duras normas.