La muerte también crea vida. La donación de órganos que se convirtió en última voluntad de la profesora de Tomiño María González –que moría a causa de una meningitis en el hospital Xeral de Vigo– ha conseguido salvar o mejorar la vida de seis personas.

Todas las donaciones que se extrajeron de la joven de 37 años se han trasplantado rápidamente. Incluso dos de los órganos (pulmones e hígado), se han trasladado fuera de Galicia para solucionar una "urgencia 0", como se conoce en el argot médico a los casos más extremos en los que corre peligro la vida del paciente. "Siento un orgullo tremendo por ser el marido de María", aseguró tras conocer la noticia Óscar Díaz, que fue quien comunicó a los facultativos la decisión tomada por su pareja, voluntaria en Cruz Roja.

Los otros cuatro órganos donados se implantaron en Galicia, entre ellos riñones y córneas de ojo o vasos. El presidente de la Asociación de donantes y receptores de órganos de Vigo, Celso García, celebra la noticia.

Fuentes vinculadas a la coordinación aseguran que "los trasplantes evolucionan bien", aunque habrá que esperar unas semanas para evaluar los resultados definitivos. También, piden colaboración ciudadana para "mantener la llama siempre encendida". Entre las condiciones para que exista compatibilidad entre donante y el receptor está el tallaje del órgano, recuerdan: Un pulmón adulto no valdría para un menor. "Ha sido un caso tremendamente especial; lo más importante es agradecer la solidaridad a la ciudad y la comarca, porque la lista de espera nunca se acaba", explicaron.

Los médicos responsables de la operación –una cesárea urgente– que salvó la vida al bebé de ocho meses de gestación evitan, sin embargo, dar más detalles de la trágica conclusión de la enfermedad, que se cobró la vida de la joven de forma súbita. Los hechos ocurrieron el 2 de junio, aunque la mujer ya había acudido a Urgencias cuatro días antes a causa de un dolor fuerte en la cabeza y oídos.

Sanidade confirma que la afectada sufrió una meningitis bacteriana, es decir, la más agresiva de las variedades existentes. Carece de datos del tipo de cepa que provocó la muerte de una niña de cuatro años de un centro escolar de Darbo, en Cangas.

La hija prematura evoluciona "poco a poco" –en palabras de su padre– en las dependencias de Neonatología del Hospital Xeral, a donde éste se desplaza cada dos días. La niña, que era la primogénita de la fallecida pesó al nacer dos kilos y poco más de cien gramos.

La docente María González Agualevada llevaba seis años impartiendo clase en el CRA (Centro rural agrupado) Mestre Manuel Garcés de Tomiño. De hecho, este sábado esta localidad acogerá su funeral a las 18.30 horas.